Las fuertes lluvias que afectan el oriente cubano provocaron este sábado el desbordamiento del río Sígua, en Santiago de Cuba, donde cinco personas quedaron atrapadas en cubiertas del Parque de la Fantasía de Baconao y tuvieron que ser rescatadas en una operación de alto riesgo.
Según informaron autoridades locales, dos de los atrapados fueron salvados en un primer intento por brigadas de la Cruz Roja, mientras que las otras tres personas permanecieron en una zona de difícil acceso, donde la corriente del río y los desbordamientos secundarios complicaron la maniobra. Su rescate se produjo aproximadamente una hora más tarde, tras un esfuerzo coordinado de los equipos de emergencia.
El Instituto de Meteorología advirtió que las precipitaciones continuarán en las próximas horas, con acumulados que podrían superar los 200 milímetros en localidades de Guantánamo, lo que eleva el riesgo de inundaciones y deslizamientos en zonas montañosas. También se prevé que la inestabilidad atmosférica se extienda hacia el centro del país.
Las autoridades han llamado a la población a extremar medidas de precaución y mantenerse atenta a las actualizaciones oficiales, ante la posibilidad de nuevos desbordamientos y afectaciones en infraestructuras viales y comunidades cercanas a los ríos.
Este episodio pone en evidencia la vulnerabilidad de muchas regiones del oriente cubano ante eventos hidrometeorológicos extremos, y reabre el debate sobre la capacidad de respuesta y preparación para emergencias de esta magnitud.
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