Marta Elena Feitó Cabrera, ministra de Trabajo y Seguridad Social de Cuba, ha presentado su renuncia al cargo tras la fuerte polémica generada por sus recientes declaraciones en una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en las que aseguró que “en Cuba no hay mendigos, sino personas disfrazadas de mendigos”.
Según informaron medios oficiales, la renuncia fue analizada por la dirección del Partido Comunista y el Consejo de Estado, quienes acordaron su “liberación” del cargo. El comunicado destaca que la exministra “reconoció sus errores” y que su salida se debió a la “falta de objetividad y sensibilidad” en el tratamiento de temas especialmente delicados para la sociedad cubana en la actualidad.
Las declaraciones de Feitó Cabrera desataron una ola de críticas tanto en la isla como entre los cubanos en el exterior, al considerar que minimizaban la creciente situación de pobreza y exclusión social que se percibe en las calles del país. La indignación en redes sociales fue inmediata, con múltiples denuncias visuales de personas sin hogar y en situación de extrema vulnerabilidad, en contraste directo con las palabras de la ministra.
La renuncia ha sido vista por analistas como un intento del gobierno de calmar el malestar generado por un discurso considerado desconectado de la realidad cotidiana de muchos ciudadanos. Aunque la nota oficial evitó referirse al contexto de descontento social, el tono del documento refleja una postura inusualmente crítica respecto a la actuación de una funcionaria de alto nivel.
La salida de Feitó Cabrera ocurre en un momento de tensión social marcado por dificultades económicas persistentes, escasez de productos básicos y creciente frustración ciudadana ante la falta de respuestas concretas. Para muchos cubanos, la renuncia no es solo una rectificación política, sino un reconocimiento tácito del deterioro social que atraviesa el país.
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