El cubano Randy Arozarena tuvo un impactante reencuentro con su exequipo, los Rays de Tampa Bay, en la serie de tres juegos entre los Mariners de Seattle y los Rays en el T-Mobile Park. Arozarena, quien fue canjeado de Tampa Bay a Seattle durante la Fecha Límite de Cambios, demostró su poder con un jonrón de tres carreras, impulsando a los Mariners a una victoria por 5-1.
Después de un difícil inicio en su nuevo equipo, donde había registrado un bajo promedio de slugging de .318, Arozarena se recuperó al conectar su 17° jonrón de la temporada, pero solo el segundo desde su cambio a Seattle. El batazo se produjo en su segundo turno al bate, tras haberse ponchado en su primera aparición en el plato. Con un potente swing al primer lanzamiento de Ryan Pepiot, Arozarena envió la bola a 376 pies sobre la barda del jardín derecho, lo que permitió a los Mariners tomar una ventaja decisiva en el juego.
El jonrón de Arozarena fue especialmente significativo, ya que fue su primero en el T-Mobile Park como parte de los Mariners. El cubano, conocido por su explosividad en el campo, disfrutó el momento, tomándose 29.7 segundos para recorrer las bases.
Arozarena, oriundo de La Habana, admitió que este enfrentamiento contra su antiguo equipo le brindó una motivación adicional. Sin embargo, también señaló que siempre se enfoca en dar lo mejor de sí para contribuir al éxito de su nuevo equipo.
El mánager de los Rays, Kevin Cash, expresó su respeto por Arozarena antes del inicio de la serie y reconoció que el cubano estaba motivado para enfrentar a su antiguo equipo. Esta motivación fue evidente en el resultado, ya que Arozarena jugó un papel crucial en la victoria de los Mariners.
Seattle adquirió a Arozarena con la expectativa de que reforzara la parte media de su alineación, y con actuaciones como esta, el cubano demuestra que está listo para cumplir con esas expectativas.