El ciclón Rafael ha intensificado su fuerza en las últimas horas, con vientos máximos sostenidos que han alcanzado los 150 km/h, acompañados de ráfagas superiores. Esta evolución coloca al sistema muy cerca de la categoría 2 en la escala de Saffir-Simpson, lo que ha generado una mayor vigilancia en las provincias afectadas. En las áreas del sur de Matanzas, Cienfuegos y, en menor medida, Sancti Spíritus, ya se han comenzado a sentir los efectos de sus vientos de tormenta tropical débil, lo que incrementa la necesidad de mantener las precauciones.
El más reciente pronóstico de trayectoria para Rafael revela un cambio notable en su curso. Los modelos actuales indican que el ciclón podría pasar cerca o incluso sobre la porción occidental de la Isla de la Juventud, en su ruta hacia el occidente cubano. Este desplazamiento implica que el fenómeno podría tocar tierra en la zona de los municipios más orientales de la provincia de Pinar del Río o en los municipios occidentales de Artemisa, situándose en el límite entre ambas provincias.
Los especialistas advierten que, al momento de su llegada a tierra cubana, Rafael podría haber intensificado aún más su fuerza, alcanzando la categoría 3. Este nivel de intensidad representa una amenaza considerable para las comunidades del occidente de Cuba, que podrían enfrentar condiciones de vientos extremadamente fuertes, lluvias intensas y marejadas significativas en las zonas costeras. Se prevé que el impacto pueda ocasionar inundaciones y daños en la infraestructura, especialmente en áreas vulnerables.
Ante la inminente llegada de Rafael, las autoridades cubanas han comenzado a activar los protocolos de emergencia y a realizar llamados a la población para que mantengan un monitoreo constante de los avisos meteorológicos. La población debe asegurar sus viviendas y abastecerse de productos esenciales, mientras las entidades de protección civil coordinan esfuerzos para mitigar los efectos de este poderoso ciclón en las áreas más expuestas de la región occidental del país.