En medio de una crisis energética que sigue afectando a millones de cubanos con apagones prolongados y frecuentes, el gobierno ha anunciado un nuevo proyecto para la instalación de parques eólicos en la provincia de Camagüey. Esta iniciativa, parte de la agenda de desarrollo 2030, busca impulsar el uso de fuentes de energía renovable en la isla, especialmente en áreas costeras de alto potencial eólico, como el municipio de Nuevitas.
El proyecto, anunciado por el semanario provincial Adelante, contempla la construcción de parques eólicos a lo largo del litoral norte de Nuevitas, en zonas como Punta Brava, Bahía de Nuevitas y la Laguna el Real. Las autoridades locales señalan que esta iniciativa es una «prioridad gubernamental» para mejorar el Sistema Electroenergético Nacional (SEN), el cual ha mostrado graves deficiencias en los últimos años, dejando a gran parte de la población en la penumbra y en una constante lucha por mantener sus actividades cotidianas.
Sin embargo, la promesa de una transición a energías renovables choca con la realidad que enfrentan diariamente los cubanos, que ven sus vidas condicionadas por cortes de electricidad recurrentes y prolongados. Los apagones, que en muchos casos duran varias horas al día, afectan no solo la calidad de vida, sino también las actividades económicas, educativas y de salud. Ante esta situación, el anuncio de parques eólicos en Nuevitas parece insuficiente para mitigar el descontento y la frustración de la población, que sigue esperando soluciones concretas y a corto plazo para su sufrimiento diario.
La urgencia de buscar alternativas energéticas es innegable, pero para muchos cubanos la transición hacia la energía eólica se percibe como una promesa lejana que no resuelve la necesidad inmediata de un suministro eléctrico estable y confiable. “No podemos cocinar, los alimentos se nos echan a perder, y los niños apenas pueden dormir por el calor cuando el apagón llega en la noche”, expresa un residente de Camagüey, reflejando el sentir de miles de personas que viven entre la esperanza de una solución futura y la desesperanza de una crisis presente.
A pesar de los estudios llevados a cabo por instituciones como el Centro de Física de la Atmósfera del Instituto de Meteorología, en colaboración con universidades cubanas, que han identificado 21 zonas potenciales para parques eólicos en la isla, el impacto de estas iniciativas aún está por verse. La construcción de infraestructuras de este tipo es un proceso lento y requiere una inversión considerable, lo que hace que los beneficios de estos proyectos no se sientan de inmediato.
Mientras tanto, la población sigue enfrentando largas horas sin electricidad, agravadas por un sistema eléctrico que parece al borde del colapso. Aunque los parques eólicos representan una opción viable para la generación de energía en el futuro, el presente sigue marcado por la falta de soluciones efectivas y la creciente desesperación de un pueblo que pide respuestas urgentes.