El Ministerio del Transporte (MITRANS) anunció la redistribución de 100 microbuses de fabricación china para el transporte público, luego de que la decisión inicial de asignarlos exclusivamente a La Habana desatara una oleada de críticas desde varias provincias.
Ante la presión social y reclamos por el centralismo de la medida, las autoridades rectificaron: solo 50 vehículos quedarán en la capital, mientras que los otros 50 se destinarán a Santiago de Cuba (20), Holguín (10), Camagüey (10), Villa Clara (5) y Ciego de Ávila (5).
Los nuevos microbuses, con capacidad para 14 pasajeros, aire acondicionado y un precio de 20 pesos por tramo, operarán en rutas cortas de hasta 10 kilómetros y no prestarán servicio nocturno. En La Habana serán gestionados por una nueva agencia de TaxisCuba, y en las demás provincias se integrarán a las agencias existentes.
El ministro Eduardo Rodríguez Dávila explicó que la adquisición fue financiada con divisas generadas por empresas estatales del transporte, y confirmó que, si se adquieren más vehículos, se ampliará el servicio a otras provincias, garantizando al menos cinco por ruta.
En paralelo, se prevé que antes de fin de año se reincorporen en La Habana otros 100 ómnibus reparados en Artemisa, mientras más de 460 siguen paralizados.
La medida de redistribuir los vehículos no solo responde a una demanda de equidad territorial, sino también a la creciente presión social ante decisiones centralizadas que ignoran la crítica situación del transporte en el interior del país.
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