La Policía Nacional ha destacado la «beligerancia yihadista» de los nueve detenidos en una operación antiterrorista desarrollada conjuntamente entre España y Marruecos. Según reporta Europa Press, seis de ellos ingresaron en prisión provisional por orden de la Audiencia Nacional, acusados de incitar ataques contra la comunidad judía y la población occidental.
La estructura presuntamente yihadista operaba principalmente en el «eje Ceuta-Castillejos» y estaba compuesta por individuos «plenamente radicalizados y adheridos a los postulados de Daesh», según informó la Policía en un comunicado. De los detenidos en España, cuatro fueron arrestados en Ceuta, mientras que los otros dos fueron capturados en Madrid e Ibiza. Excepto un marroquí con Número de Identidad de Extranjero (NIE), el resto son ciudadanos españoles, en su mayoría desempleados, con antecedentes penales y edades comprendidas entre los 31 y 60 años.
Actividad radical y planes para el Sahel
Las investigaciones, que se iniciaron a mediados de 2023 bajo la dirección de la Comisaría General de Información (CGI), revelaron que los detenidos utilizaban redes sociales para difundir contenido audiovisual filoyihadista de extrema violencia. Este grupo desplegaba una «actividad beligerante yihadista», realizando amenazas directas a la comunidad judía y la población occidental, y alentando la comisión de actos violentos.
Además, las autoridades detectaron la intención de algunos miembros de desplazarse a zonas de conflicto en África, particularmente al Sahel, una región controlada por facciones de organizaciones terroristas. La Dirección General de Vigilancia del Territorio (DGST) de Marruecos confirmó que los detenidos planeaban unirse a la rama de Daesh en esa región.
Colaboración internacional
En Marruecos, la DGST informó sobre tres detenciones adicionales relacionadas con esta célula. Los servicios de seguridad destacaron la incautación de armas blancas y material informático que será sometido a análisis digital. Según las autoridades marroquíes, los detenidos mantenían reuniones en ciudades como Ceuta y Tetuán para planificar actos terroristas antes de unirse a Daesh en el Sahel.
La colaboración entre la CGI española y la Oficina Central de Investigaciones Judiciales (BCIJ) marroquí resultó crucial para desmantelar esta red yihadista. Las autoridades consideran que la operación ha logrado neutralizar «un peligro real para la seguridad» en ambos países.
Cargos e ingreso en prisión
El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ordenó ayer el ingreso en prisión de seis de los acusados, enfrentando cargos que van desde pertenencia a organización terrorista hasta autoadoctrinamiento y colaboración con actividades terroristas. Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, entre los detenidos había exconvictos previamente acusados de terrorismo en España.
Las investigaciones continúan para esclarecer el alcance de las actividades de esta célula yihadista y su relación con otras redes terroristas en la región.