Hombre hablando en evento de Facebook

Polémica decisión de Zuckerberg en Meta genera preocupación en Europa y entre colectivos LGTBI

Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram, cambia sus reglas de moderación, permitiendo calificar a personas gays o trans como «enfermos mentales», según reportan fuentes acreditadas. La Unión Europea analiza medidas estrictas que podrían incluir la prohibición total de estas redes en el continente.

En un movimiento ampliamente criticado, Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ha decidido modificar las políticas de contenido de Facebook e Instagram para permitir que se emitan comentarios que califican a personas homosexuales y transgénero como «enfermos mentales». Esta decisión, que ya ha generado indignación entre activistas y usuarios, ha sido interpretada como un retroceso en los derechos y la protección del colectivo LGTBI, uno de los más vulnerables a ataques en línea.

El cambio de rumbo en las políticas de moderación de Meta coincide con la asunción de posturas similares a las de Donald Trump y Elon Musk respecto a la libertad de expresión en redes sociales, así como la crítica hacia los programas de verificación de datos independientes. Además, Zuckerberg ha calificado estas iniciativas como formas de «censura», lo que ha encendido las alarmas entre quienes luchan contra la desinformación y los discursos de odio.

Diversos medios han señalado que esta polémica medida podría abrir las puertas a más ataques contra el movimiento LGTBI y consolidar la supresión de equipos de diversidad interna en Meta, en línea con la eliminación de esfuerzos previos destinados a promover la inclusión.

Frente a esta situación, la Unión Europea está evaluando una serie de acciones que incluyen la posibilidad de prohibir completamente el acceso a Facebook e Instagram en el territorio europeo. Estas plataformas ya han sido objeto de escrutinio en el pasado debido a su manejo del discurso de odio y la desinformación, y la nueva política de Meta podría ser el catalizador para una reacción contundente por parte de las autoridades europeas.

Activistas y defensores de derechos humanos han expresado su preocupación por las repercusiones de este cambio. «Es inadmisible que una plataforma con tanta influencia permita discursos que vulneran a millones de personas», declaró un portavoz de una organización pro derechos LGTBI.

Mientras tanto, las discusiones en torno a la regulación de las grandes tecnológicas en Europa se intensifican, y el futuro de las operaciones de Meta en la región está en juego.

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