En medio de una persistente crisis energética que ha sumido a numerosas zonas de Cuba en frecuentes apagones, La O Levy, Ministro de Energía y Minas, ha intentado ofrecer un mensaje de esperanza en su reciente aparición en la Mesa Redonda de la televisión estatal. A pesar de su optimismo, la promesa de mejoras sustanciales para el 2025 ha sido recibida con escepticismo por parte de la población afectada.
El Ministro Levy admitió la complejidad de la situación actual, asegurando que “no estamos en cero”, y prometió incrementos graduales en la oferta eléctrica, con un enfoque particular en las energías renovables. Sin embargo, estas declaraciones no han mitigado la frustración de los ciudadanos, quienes sufren las consecuencias diarias de la deficiente infraestructura eléctrica.
Residentes como Marta López, quien vive en la capital, expresan su descontento abiertamente: “Nos dicen que esperemos hasta 2025, pero ¿qué hacemos mientras tanto? Los apagones arruinan nuestros electrodomésticos y nos dejan sin agua caliente en múltiples ocasiones. Las promesas no solucionan el presente.”
El escepticismo también se extiende a las promesas de avances en energías renovables. José Ramírez, un ingeniero retirado, comentó: “Cada año escuchamos promesas similares, pero los cambios son mínimos y los cortes de luz siguen siendo parte de nuestra rutina diaria. Necesitamos acciones ahora, no solo palabras.”
Esta situación subraya el clamor popular por soluciones inmediatas y efectivas que alivien el impacto de los apagones en la vida diaria. Mientras tanto, la comunidad espera con cautela, preguntándose si las promesas del Ministro Levy se materializarán en mejoras reales o se disolverán, una vez más, en la rutina de la inacción gubernamental.