La Terminal 3 del Aeropuerto Internacional José Martí en La Habana continúa enfrentando problemas significativos con su sistema de aire acondicionado, causando malestar generalizado entre pasajeros y empleados. Desde el 14 de mayo, las altas temperaturas han exacerbado la situación, creando un ambiente incómodo y potencialmente peligroso.
El fallo en el sistema central de aire acondicionado ha afectado no solo a quienes viajan, sino también a los trabajadores y las operaciones diarias del aeropuerto. Empleados de la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeronáuticos S.A. (Ecasa) han expresado su preocupación por las repercusiones a largo plazo de este inconveniente, señalando que la falta de climatización afecta gravemente a los servicios ofrecidos y al equipamiento crucial para la seguridad aeroportuaria.
Los establecimientos comerciales dentro del aeropuerto también se han visto perjudicados, ya que el calor afecta la calidad de los alimentos expuestos. Los empleados han destacado cómo las elevadas temperaturas han hecho que los alimentos como jamón y verduras se deterioren rápidamente, presentando un riesgo de salud para los consumidores.
A pesar de los esfuerzos comunicados a través de redes sociales, con actualizaciones constantes sobre las labores para remediar la situación, el problema persiste sin una solución clara a corto plazo. Los reportes más recientes indican que se continúa trabajando sin descanso para mitigar las afectaciones, pero la incomodidad y el riesgo para la salud siguen siendo una preocupación central para todos los involucrados.
