En una decisión reciente, el Parlamento Europeo ha adoptado una resolución que prohíbe el acceso de representantes cubanos a sus instalaciones, marcando un cambio significativo en las relaciones entre la Unión Europea (UE) y Cuba. La medida surge como respuesta a la cancelación, por parte de Cuba, de una visita programada de una delegación europea, lo cual fue considerado un acto de falta de reciprocidad y respeto en las relaciones diplomáticas.
La resolución, promovida por el grupo Renew Europe y respaldada por la presidenta del Parlamento Europeo, fue aprobada tras un incidente donde Cuba negó la entrada a una delegación del Parlamento destinada a evaluar la situación de los derechos humanos en la isla. Este equipo, compuesto por miembros de diversos grupos políticos, buscaba fomentar un diálogo constructivo y abierto, pero enfrentó una abrupta cancelación de su visita, con acusaciones por parte de Cuba hacia los delegados de mantener vínculos con «terroristas internacionales».
En consecuencia, la resolución aprobada no solo restringe el acceso sino que también insta al Consejo de la UE a aplicar sanciones específicas contra individuos responsables de violaciones de derechos humanos en Cuba, empezando por altos funcionarios, incluyendo a Miguel Díaz-Canel. Esta decisión refleja el compromiso del Parlamento con el mantenimiento de su integridad institucional y con el respeto al Estado de derecho.
La resolución, que entra en vigor de inmediato, busca asegurar que las futuras interacciones con representantes cubanos se realicen bajo condiciones de igualdad y respeto mutuo, conforme a los principios del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación UE-Cuba. La medida ha sido interpretada como un intento de presionar a Cuba para que adopte un enfoque más cooperativo y respetuoso hacia el diálogo internacional y los derechos humanos.