El Centro Logístico Regional de Asistencia Humanitaria (CLRAH), con apoyo de la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC), organizó el envío de ayuda humanitaria hacia el Caribe tras los daños ocasionados por el huracán Melissa. La operación incluyó un cargamento aéreo de 38 toneladas con destino a Jamaica y prevé un vuelo de Copa Airlines con 24 toneladas específicas para Cuba.
La ayuda contempla artículos para atender necesidades urgentes como kits de cocina y aseo, lonas y herramientas para la reparación de viviendas, además de frazadas y cubetas. Estos insumos están destinados a familias en la región oriental del país, donde persisten afectaciones en el acceso a agua potable, refugio y servicios básicos.
De acuerdo con la IFRC, la asistencia se combina con los recursos del Depósito de Respuesta Humanitaria de la ONU (UNHRD) para agilizar la llegada a las zonas más golpeadas. Asimismo, un envío marítimo de 30 toneladas partió hacia Jamaica el 29 de octubre y se prevé que la cifra total de suministros movilizados alcance cerca de 100 toneladas en los próximos meses.
En el caso de Cuba, la Cruz Roja nacional coordina la distribución principalmente en Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Las Tunas, Guantánamo y Camagüey, territorios donde se registran daños severos en viviendas e infraestructura. Informes preliminares del Ministerio de la Construcción indican 1.318 derrumbes totales, más de 1.100 casas con daños parciales y un total de 16.464 hogares afectados tras el paso del ciclón, que impactó el 29 de octubre con vientos máximos de 195 km/h.
Mientras avanza la llegada de suministros, continúan arribando aportes de otros gobiernos y organizaciones internacionales. China, Venezuela, agencias de Naciones Unidas y entidades religiosas se suman a la respuesta. La ONU ha contribuido con módulos de salud, tabletas de cloro para tratamiento de agua y generadores eléctricos.
El proceso de entrega se realiza con el apoyo de autoridades locales y militares, lo cual ha generado solicitudes de claridad sobre los criterios de distribución y acceso de organizaciones independientes en comunidades aisladas.
En paralelo, Washington manifestó su disposición a colaborar directamente con la población cubana sin la intervención estatal. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba alegó que no existe una propuesta formal y rechazó condiciones para recibir asistencia. Al mismo tiempo, desde Miami y otros puntos del exterior, colectivos de cubanos organizan campañas para enviar víveres y artículos esenciales a los damnificados.





