En un incidente preocupante que resalta las persistentes tensiones en la región, un atentado en Tel Aviv el pasado 18 de agosto de 2024, se saldó con la muerte de un individuo y dejó a otra persona herida. La Policía de Israel confirmó que el evento fue un acto terrorista, desencadenado por la detonación de un explosivo potente.
El ataque ocurrió en el sur de Tel Aviv, donde un artefacto explosivo, transportado en la mochila de un hombre mientras caminaba por la calle Lehi, estalló inesperadamente. La explosión afectó gravemente al individuo que llevaba el explosivo, resultando en su muerte en el acto. Las autoridades describieron que el cuerpo del sospechoso quedó desfigurado debido a la explosión, dificultando su identificación inmediata. El sospechoso, de aproximadamente 50 años, residía en la ciudad de Nablus, en Cisjordania.
El brazo armado de Hamás, en un mensaje difundido a través de la plataforma de comunicación Telegram, reivindicó la responsabilidad del atentado, indicando que fue llevado a cabo en colaboración con la Yihad Islámica Palestina. Según reportes preliminares, se especula que el objetivo del ataque pudo haber sido una sinagoga cercana, aunque esto no ha sido confirmado oficialmente por las autoridades.
El incidente ha provocado una respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad israelíes, que junto a agentes especializados en desactivación de bombas y el servicio de inteligencia Shabak (Shin Bet), están investigando el suceso. La comunidad internacional está atenta a las repercusiones que este ataque pueda tener en la ya frágil estabilidad de la región.