Hombre hablando en un podio con personas sentadas detrás.

Nuevo anuncio del Gobierno cubano sobre el mercado cambiario dispara el dólar y el euro en el mercado informal

El reciente anuncio del primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, sobre la próxima implementación de un nuevo “mecanismo de gestión, control y asignación de la divisa” ha provocado una reacción inmediata en el mercado informal, donde el valor del dólar y el euro volvió a dispararse, confirmando la profunda desconfianza que existe entre la ciudadanía ante este tipo de reformas. Sin que se haya implementado aún la medida, la simple promesa de una nueva reestructuración —la tercera en tres años— ha generado incertidumbre y alimentado la especulación, mientras el peso cubano continúa desplomándose.

Marrero, en su intervención ante la Asamblea Nacional, aseguró que este nuevo modelo, previsto para el segundo semestre de 2025, forma parte del llamado “Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”. Prometió que las entidades estatales recibirán directamente las divisas que generen, y que esto permitirá un aumento de la oferta de productos en el país. Sin embargo, esa misma promesa ya fue escuchada por los cubanos en 2022, 2023 y 2024, sin que se produjera ninguna mejoría palpable en la vida cotidiana.

La historia reciente no acompaña el optimismo oficial. En 2022 se implementó un mercado cambiario oficial que nunca funcionó. En 2023 se reconoció el colapso de las Cadecas y el crecimiento del mercado paralelo. En 2024 se intentó una “flexibilización” del tipo de cambio que tampoco resultó. Todas estas estrategias terminaron beneficiando a las empresas estatales y a los sectores conectados al turismo, mientras millones de ciudadanos siguen sin acceso a divisas por canales legales y deben recurrir a la calle para cambiar lo poco que tienen a precios cada vez más inalcanzables.

Detrás de estos fracasos estuvo el exministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, quien fue removido en febrero de 2024 tras reconocer públicamente el fracaso de la Tarea Ordenamiento, la caída productiva y la incapacidad del país para frenar la inflación. Su salida no trajo soluciones, y su sucesor, Joaquín Alonso Vázquez, apenas ha logrado sostener un sistema monetario que para la mayoría de los cubanos ya no tiene valor real.

El nuevo anuncio ni siquiera menciona qué sucederá con el acceso a divisas para la ciudadanía. Mientras se habla de “redistribución eficiente”, la realidad es que los cubanos siguen comprando dólares para poder comprar comida, medicinas o costear los trámites migratorios. En una economía cada vez más dolarizada, el peso cubano solo sirve para pagar servicios públicos deteriorados o cobrar salarios que no alcanzan ni para una canasta básica.

Los expertos han advertido en repetidas ocasiones que ninguna reforma monetaria funcionará si no incluye a la población. Pero el gobierno sigue apostando por medidas que privilegian a las empresas estatales, dejando a millones de ciudadanos atrapados en una economía paralela que castiga con dureza a los más vulnerables.

Cuba lleva años escuchando las mismas promesas. Esta vez, el gobierno vuelve a pedir confianza y paciencia. Pero la calle responde de inmediato: el dólar sube, el euro sube, y la desesperanza también. Porque para el cubano común, las palabras ya no valen. Solo valen los hechos. Y esos siguen sin llegar.

#Cuba #EconomíaCubana #MercadoCambiario #PesoCubano #Divisas #MLC #Remesas #Inflación #GobiernoCubano #CrisisEconómica

Autor

×