El mundo enfrenta una nueva amenaza sanitaria con la expansión de la viruela del mono, ahora conocida como Mpox, un virus que ha trascendido sus fronteras endémicas en África para causar preocupación a nivel global. Este brote, que ha motivado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia sanitaria internacional, ha puesto en jaque a los sistemas de salud en todo el mundo, incluyendo a aquellos que históricamente han sido más robustos. Para analizar cómo se enfrenta esta situación en Cuba, país que se encuentra en medio de una crisis sanitaria y económica sin precedentes, conversamos con el Dr. Pablo Odeley Puente Fumero, médico de urgencias en Madrid, miembro de la lista Global Submid y Top100Doc, como uno de los mejores médicos del mundo, y colaborador médico de CubaHerald. El Dr. Puente ofrece una mirada profunda y crítica sobre las posibilidades de Cuba para enfrentar el Mpox, considerando los actuales desafíos que enfrenta su sistema de salud.
Una Nueva Emergencia Sanitaria: ¿Qué es el Mpox?
La viruela del mono, o Mpox, es una zoonosis viral causada por el virus de la viruela del mono, un ortopoxvirus relacionado con el virus de la viruela. Aunque este virus se identificó por primera vez en 1958 en colonias de monos utilizados para investigación, los primeros casos humanos se registraron en la República Democrática del Congo en 1970. A lo largo de las décadas, la enfermedad ha permanecido mayormente confinada a las regiones de África central y occidental, con brotes ocasionales y limitados.
Sin embargo, la situación cambió drásticamente en 2022 cuando se detectaron casos en Europa y otras partes del mundo, marcando el inicio de un brote internacional sin precedentes. Según el Dr. Puente, «El primer caso registrado en Europa ocurrió en mayo de 2022 en el Reino Unido, en un individuo que había viajado recientemente a Nigeria. Desde entonces, el virus ha logrado propagarse a otros países en los que nunca antes había sido detectado, lo que ha generado preocupación debido a la naturaleza inesperada y rápida de su expansión».
El Dr. Puente explica que el Mpox se transmite a través de contacto directo con fluidos corporales, lesiones en la piel o membranas mucosas, y materiales contaminados como ropa o ropa de cama. Aunque también puede propagarse mediante gotículas respiratorias, este método de transmisión requiere un contacto cercano y prolongado. «A diferencia del SARS-CoV-2, que se propaga fácilmente por el aire, el Mpox tiene una tasa de transmisión más baja, lo que podría limitar su capacidad de causar una pandemia global al nivel del COVID-19. Sin embargo, el desconocimiento y el estigma asociados con la enfermedad podrían dificultar su detección temprana y manejo adecuado», señala.
Cuba ante el Mpox: ¿Está Preparada la Isla?
La declaración de emergencia sanitaria por parte de la OMS ha puesto a prueba a los sistemas de salud de todo el mundo, y Cuba no es la excepción. Históricamente, Cuba ha sido reconocida por su enfoque preventivo en salud pública y por la calidad de su atención médica, pero la actual crisis económica y social que enfrenta la isla ha socavado estas fortalezas. El Dr. Puente, con un profundo conocimiento del contexto cubano, no duda en destacar los desafíos que el país tendría que superar para enfrentar un brote de Mpox.
«El sistema de salud cubano, que alguna vez fue un modelo a seguir en la región, se encuentra ahora en una situación crítica. La escasez de recursos básicos, desde medicamentos esenciales hasta equipos de protección personal, es un problema endémico que limita seriamente la capacidad de respuesta del país ante cualquier nueva emergencia sanitaria», afirma el Dr. Puente. La crisis actual ha exacerbado problemas preexistentes, como la falta de suministros médicos y la sobrecarga de trabajo para el personal sanitario, quienes, a pesar de su alto nivel de capacitación, se enfrentan a condiciones extremadamente difíciles para realizar su trabajo.
Además, la infraestructura hospitalaria en Cuba se ha deteriorado significativamente, lo que podría complicar aún más la respuesta ante un posible brote de Mpox. «Muchas instalaciones médicas carecen de los insumos necesarios para atender adecuadamente a los pacientes, y la capacidad para implementar medidas de cuarentena o aislamiento de manera efectiva es limitada», explica el Dr. Puente. Este panorama es preocupante, especialmente si se considera que una respuesta efectiva al Mpox requiere no solo de personal médico capacitado, sino también de recursos adecuados para contener la propagación del virus y tratar a los afectados.
La Prevención como Pilar Fundamental
Frente a estas limitaciones, la prevención se convierte en la herramienta más crucial para mitigar el impacto del Mpox en Cuba. El Dr. Puente enfatiza la importancia de la educación sanitaria y la concienciación pública como primeras líneas de defensa. «Es esencial que la población esté bien informada sobre cómo se contagia el Mpox y qué medidas se pueden tomar para prevenir su propagación. Esto incluye evitar el contacto cercano con personas infectadas, mantener una higiene estricta y buscar atención médica inmediata ante cualquier síntoma sospechoso», señala.
Además de la educación pública, el Dr. Puente subraya la necesidad de reforzar la vigilancia epidemiológica en el país. «La detección temprana de casos es clave para contener un brote. Es fundamental que se establezcan y sigan protocolos claros para el monitoreo de síntomas y el aislamiento de los casos sospechosos. Sin una vigilancia adecuada, el Mpox podría propagarse sin ser detectado, aumentando el riesgo de una crisis sanitaria», advierte.
En cuanto a la vacunación, una estrategia que ha sido adoptada por varios países para controlar el brote, el Dr. Puente se muestra cauto. «La implementación de una campaña de vacunación masiva en Cuba sería un desafío considerable, dadas las limitaciones actuales en la disponibilidad de vacunas y en la infraestructura para llevar a cabo una campaña de este tipo. Sin embargo, si se logra asegurar el suministro de vacunas, se podría considerar una vacunación dirigida a los grupos de mayor riesgo», sugiere.
El Primer Caso en Europa y Su Impacto Global
La aparición del primer caso de Mpox en Europa en mayo de 2022 fue un punto de inflexión en la percepción global de la enfermedad. Hasta ese momento, el Mpox era considerado una enfermedad tropical poco relevante para los países fuera de África. Sin embargo, la rápida propagación del virus a través de las fronteras, especialmente en contextos donde no existían antecedentes de la enfermedad, despertó la alarma entre los expertos en salud pública.
«El caso en el Reino Unido fue un recordatorio de la interconexión del mundo moderno y de cómo las enfermedades pueden propagarse rápidamente en un contexto globalizado», comenta el Dr. Puente. La expansión del Mpox a Europa y América del Norte también puso de manifiesto la necesidad de una respuesta coordinada a nivel internacional para contener la enfermedad antes de que se convirtiera en una amenaza más seria.
A pesar de los esfuerzos para contener la enfermedad, el brote se extendió a más de 80 países en cuestión de meses, con miles de casos reportados, especialmente entre hombres que tienen sexo con hombres, quienes han sido identificados como un grupo de alto riesgo. Este patrón de propagación ha planteado nuevos desafíos, incluyendo el manejo del estigma y la discriminación, que pueden obstaculizar los esfuerzos de salud pública.
El Desafío de la Cooperación Internacional
La emergencia del Mpox ha subrayado la importancia de la cooperación internacional en la gestión de crisis sanitarias. Países con sistemas de salud más robustos han podido implementar estrategias de control más efectivas, mientras que naciones con menos recursos, como Cuba, enfrentan desafíos más serios. Según el Dr. Puente, «La solidaridad internacional es crucial en estos momentos. Países como Cuba, que están luchando para mantener a flote su sistema de salud, necesitan apoyo externo para hacer frente a una amenaza sanitaria de esta magnitud».
El Dr. Puente hace un llamado a la comunidad internacional para que no solo brinde asistencia material, sino también comparta conocimientos y experiencias que puedan ayudar a países en situaciones críticas a manejar mejor la crisis. «La pandemia de COVID-19 fue un recordatorio de que en un mundo interconectado, la salud de cada nación está entrelazada con la de los demás. El Mpox puede ser una nueva oportunidad para fortalecer la colaboración global en salud pública», reflexiona.
El caso de Cuba es especialmente emblemático de las dificultades que enfrentan los países con recursos limitados. Aunque la isla cuenta con una larga tradición de solidaridad médica, enviando brigadas de médicos a todo el mundo en tiempos de crisis, ahora se encuentra en una posición donde necesita recibir ayuda. «Es irónico y triste ver cómo un país que ha hecho tanto por la salud global está ahora en una situación de vulnerabilidad tan extrema», lamenta el Dr. Puente.
Hacia el Futuro: Reflexiones sobre la Resiliencia y la Preparación
El brote de Mpox es un recordatorio de que las amenazas a la salud pública pueden surgir en cualquier momento y lugar, y de que ningún país está completamente a salvo. Para el Dr. Puente, la clave para superar estas crisis radica en la resiliencia de los sistemas de salud, la preparación para lo inesperado y la capacidad de adaptación rápida a nuevas circunstancias.
«Cuba tiene una tradición de superar desafíos enormes con pocos recursos, y eso es algo que no se debe subestimar. Sin embargo, la realidad actual exige más que nunca una evaluación honesta de las debilidades y una estrategia clara para enfrentarlas. Esto incluye no solo reforzar el sistema de salud, sino también fortalecer las alianzas internacionales que puedan ofrecer el apoyo necesario en momentos críticos», concluye el Dr. Puente.
En última instancia, el futuro de la lucha contra el Mpox en Cuba y en otros países dependerá de la capacidad de las naciones para trabajar juntas, compartiendo recursos, conocimientos y estrategias. La historia nos ha enseñado que las crisis de salud global no respetan fronteras, y que solo a través de la cooperación y la solidaridad se pueden superar los desafíos más grandes. Cuba enfrenta un reto monumental, pero con el apoyo adecuado y una determinación renovada, podría salir adelante una vez más. La pregunta que queda por responder es si el mundo estará listo para brindar la ayuda necesaria en este momento crucial.