La capital rusa, Moscú, ha experimentado el mayor ataque con drones desde el inicio del conflicto con Ucrania, con al menos 34 aparatos detectados y varios incendios reportados en la región. Según reporta Europa Press, las defensas antiaéreas rusas han interceptado y derribado más de 70 drones ucranianos en distintas áreas del país, incluidos Moscú, Kursk y Briansk.
El Ministerio de Defensa ruso ha informado en su canal de Telegram que el «régimen de Kiev» intentó un ataque con drones contra múltiples objetivos en territorio ruso, una ofensiva que las fuerzas de defensa lograron frenar en su mayor parte. Entre las 7:00 y las 10:00 horas de esta mañana, los sistemas antiaéreos interceptaron 34 drones sobre Moscú, 14 en Briansk, siete en las regiones de Oriol y Kaluga, seis en Kursk y dos en Tula, según el comunicado oficial.
El alcalde de Moscú, Sergei Sobianin, detalló que algunos de los drones fueron derribados sobre los distritos urbanos de Ramenskoye, donde una mujer de 52 años resultó herida y fue ingresada en cuidados intensivos por quemaduras en rostro, cuello y brazos. Además, se reportaron incendios en dos viviendas en Stanovoye.
A raíz del ataque, la Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia impuso restricciones temporales en los aeropuertos de Domodedovo, Sheremetievo y Zhukovski para asegurar la seguridad de los vuelos. Aunque las operaciones ya se han reanudado, un total de 36 vuelos programados con destino a estos aeropuertos fueron desviados.
Este ataque supera en magnitud al que Moscú sufrió en septiembre, cuando se reportó la presencia de unos 20 drones en la capital, dejando una persona fallecida y varios heridos. La reciente ofensiva se produce en un momento de escalada en el conflicto, coincidiendo con la denuncia de la Fiscalía de Ucrania de un ataque nocturno ruso en Odesa que dejó una mujer muerta y 13 heridos, incluidos dos menores.
Estos incidentes reflejan una intensificación de las hostilidades y ponen de manifiesto la creciente tensión en la región, mientras ambos bandos aumentan sus capacidades de ataque y defensa en medio de un conflicto que continúa afectando a civiles en múltiples zonas.