La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó este miércoles que su gobierno continuará contratando médicos cubanos en el marco del programa de cooperación sanitaria con Cuba, desestimando las recientes sanciones anunciadas por Estados Unidos y las crecientes críticas tanto dentro como fuera del país.
“Hay un contrato para que médicos cubanos ayuden a la población en México. No vemos ningún problema en eso”, declaró la mandataria durante una conferencia de prensa, en la que defendió la legitimidad del acuerdo bilateral. La cooperación médica entre La Habana y Ciudad de México ha sido objeto de controversia desde sus inicios, pero el gobierno mexicano mantiene su respaldo al programa.
El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció sanciones de visado contra funcionarios vinculados a la contratación de médicos cubanos, alegando que se trata de un sistema de explotación laboral. Según el gobierno estadounidense, el programa médico cubano beneficia financieramente al Estado cubano mientras priva a su población de servicios esenciales y somete a los profesionales de la salud a condiciones restrictivas, sin libertad plena de movimiento ni de expresión.
Marco Rubio, actual Secretario de Estado, calificó estas misiones como una forma de “esclavitud moderna”, al considerar que los ingresos generados no llegan de forma justa a los médicos y que sus condiciones laborales violan estándares internacionales.
La presidenta Sheinbaum rechazó categóricamente las acusaciones: “Primero, no es trabajo forzado. Tendrían que demostrarlo”, respondió ante las preguntas de la prensa. Su postura es una continuidad de la línea adoptada por su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, bajo cuyo mandato se reactivaron los vínculos bilaterales con Cuba, incluyendo la contratación de brigadas médicas.
No obstante, la decisión no ha estado exenta de críticas en el plano interno. Diversos sectores de la sociedad mexicana cuestionan la contratación de profesionales extranjeros en un país donde miles de médicos nacionales enfrentan desempleo, precariedad laboral o falta de plazas públicas. Para ellos, la medida representa una contradicción en medio de una crisis estructural del sistema sanitario mexicano.
Un programa polémico a nivel internacional
Las misiones médicas de Cuba han sido reconocidas en algunos países como una solución temporal ante la escasez de personal sanitario, especialmente en zonas rurales o marginadas. Sin embargo, organismos internacionales de derechos humanos y varios gobiernos democráticos han criticado el modelo por considerar que tras la apariencia de solidaridad se esconde una estrategia de recaudación de divisas en condiciones de dudosa transparencia.
El caso de México ilustra la tensión entre la política exterior independiente que promueve el gobierno de Sheinbaum y las presiones diplomáticas de Washington, en un momento donde el respeto a los derechos laborales y humanos vuelve a situarse en el centro del debate.
Mientras tanto, las brigadas médicas cubanas seguirán trabajando en hospitales y clínicas mexicanas, mientras las controversias en torno a su situación laboral y su impacto en la política interna de ambos países continúan alimentando el debate público.
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