La Universidad de Camagüey se erige como un bastión de humanidad y progreso en la lucha contra el maltrato animal en Cuba, encabezando una iniciativa ejemplar que ilumina la situación del bienestar animal en la isla. El proyecto «Universidad, en nombre de la vida» trasciende los límites de la academia para tocar las vidas de los seres más vulnerables de la sociedad: los animales abandonados y maltratados.
Bajo el lema de la compasión y el activismo, la profesora Gisell Bebert de la Facultad de Medicina Veterinaria se ha comprometido a elaborar y distribuir alimento para los animales necesitados. Junto a ella, los estudiantes de Turismo Roberto y Liz se han convertido en los voluntarios del día, llevando sustento a toda la comunidad animal.
Este programa alimentario es solo la punta del iceberg de un proyecto integral que ha cobrado vida gracias a la sinergia entre estudiantes, profesores y animalistas de la provincia. Cada día, los miembros de este colectivo llevan a cabo una labor altruista, canalizando su vocación por la medicina veterinaria y otras disciplinas hacia la causa animal. Entre ellos, Roberto y Liz destacan por ir más allá del llamado del deber, trasladando casos críticos al refugio «Ángeles Callejeros» en Nuevitas, donde los animales pueden recibir la atención médica necesaria.
En este refugio, los animales no solo son tratados, sino que también se les busca un hogar adoptivo responsable, garantizando una vida digna más allá de las calles. Pero el proyecto no sería posible sin el apoyo de un grupo diverso y dedicado de estudiantes como Daniel, Mara, Magdely, Ivette, Keyla, Enmanuel, Ángel y Mariam. Estos estudiantes, muchos de ellos internos, juggling sus estudios y su pasión por el bienestar animal, son esenciales para el mantenimiento diario y el éxito del proyecto.
La batalla contra el maltrato animal en Cuba también tiene un frente financiero, manejado por un equipo vital de profesores, estudiantes y trabajadores de la provincia. Figuras como la profesora Rosa de Arquitectura y los profesores de Veterinaria Lázaro y Vicente, junto con la estudiante María Isabel y animalistas locales, forman el núcleo económico del proyecto. Estos héroes anónimos hacen posible que las actividades diarias continúen, a menudo recolectando dinero entre ellos para cubrir los gastos necesarios.
En una nación donde la lucha contra el maltrato animal es aún un camino por recorrer, la Universidad de Camagüey y su proyecto «Universidad, en nombre de la vida» se destacan como un modelo a seguir. Con cada acción y cada vida salvada, estos individuos no solo cambian el destino de los animales sino que también influyen en la conciencia colectiva de su comunidad.
La colaboración entre el sector académico y los activistas en Camagüey proporciona un punto de referencia para otras regiones de Cuba y del mundo. Refleja cómo la educación y el compromiso cívico pueden converger para abordar cuestiones críticas como el maltrato animal, creando una red de seguridad y una plataforma de cambio.
Mientras que el proyecto continúa creciendo y enfrentando desafíos, su mensaje resuena fuertemente: el bienestar animal es una responsabilidad colectiva que requiere atención, recursos y, sobre todo, corazón. A través de su trabajo incansable, la Universidad de Camagüey no solo proporciona una voz a los sin voz, sino que también establece un legado de cuidado, compasión y activismo que, sin duda, perdurará en el tiempo.
— CubaHerald (@CubaHerald) April 23, 2024