En la Cuba de mediados del siglo XX, el calzado era mucho más que una prenda de vestir: era un símbolo de elegancia, calidad y prosperidad industrial. Según recuerda Francisco Valiente, administrador y colaborador de Nostalgia Cuba, en la década de 1950 las marcas nacionales competían con renombrados fabricantes internacionales, dejando claro que los zapatos cubanos no tenían nada que envidiar al resto del mundo.
Un sector floreciente
En 1954, con una población de poco más de seis millones de habitantes, el país alcanzó la producción de casi quince millones de pares de zapatos. Más de 1.500 fabricantes aportaban a una industria pujante, que se convirtió en el segundo renglón industrial más importante de la economía cubana.
Los zapatos cubanos eran reconocidos no solo por su diseño atractivo, sino también por su durabilidad: se confeccionaban en piel, con suelas cosidas y fácilmente reparables. Firmas como Amadeo, Ingelmo, Bulnes, Cordobán y Olemberg gozaban de prestigio en la isla y en mercados internacionales. La Cámara de la Industria del Calzado (CRIC) no dudaba en resaltar el orgullo nacional con su lema: “Se nota la calidad, es calzado cubano”.
Ingelmo: prestigio internacional
Entre las marcas destacadas, sobresalía C. Ingelmo y Hermanos, fundada por Cristóbal Ingelmo García de Salamanca. Lo que inició como un pequeño taller en La Habana creció hasta convertirse en una imponente fábrica en el Cerro, con varios niveles y una reputación internacional consolidada.
Ingelmo introdujo innovaciones como la tecnología FLEXI-STEP, que garantizaba comodidad, soporte y flexibilidad sin sacrificar el estilo moderno. Su uso de cueros de primera calidad y su enfoque en el confort del cliente marcaron la diferencia, posicionando a la marca entre las firmas de mayor prestigio mundial.
Más allá de los zapatos
La pujanza de la industria del cuero se extendía también a la producción de cintos, billeteras, carteras y maletas, todos elaborados con un estándar de excelencia que consolidaba la imagen de Cuba como un referente de calidad artesanal e industrial.
Una mirada nostálgica
Como señala Valiente en Nostalgia Cuba, estos recuerdos evocan una época en la que el calzado nacional era sinónimo de distinción y excelencia. Hoy, esas historias representan un valioso testimonio de la riqueza cultural e industrial de la isla, cuando el “hecho en Cuba” significaba prestigio dentro y fuera de sus fronteras.
Fuente: Información inicial compartida por Francisco Valiente en Nostalgia Cuba (Facebook).
#Cuba #Historia #Industria #CalzadoCubano #CubaHerald