En el marco de la XV Bienal de La Habana, la memoria histórica de la Operación Peter Pan ha encontrado un espacio para el análisis y la reflexión a través de la obra “Operación Peter Pan, de ausencia en ausencia”. Este videoarte, creado por la artista peruana Sonia Cunliffe, combina escenas del documental de 1962 La manzana perdida con fragmentos de la película animada Peter Pan de Disney, ofreciendo un contraste que mezcla realidad y ficción para destacar el impacto de este controvertido capítulo de la historia cubana.
El proyecto se presenta de una manera única: dentro del último camión de cine móvil en funcionamiento en Cuba. Este vehículo, restaurado para la ocasión, proyecta la obra en distintos puntos de La Habana, permitiendo que el arte llegue a comunidades que difícilmente tienen acceso a los espacios tradicionales de exhibición.
Memorias de desarraigo
La Operación Peter Pan, ejecutada entre 1960 y 1962, separó a más de 14 000 niños cubanos de sus familias bajo la premisa de que el gobierno les quitaría la patria potestad. Los menores, enviados a Estados Unidos, enfrentaron soledad, desarraigo y dificultades para adaptarse a una cultura ajena, en muchos casos sin volver a reunirse con sus padres.
Cunliffe, con experiencia en rescatar memorias históricas, utiliza esta pieza para explorar el impacto emocional de este suceso. Su sensibilidad hacia los niños, influenciada por su formación como maestra, la llevó a recontextualizar estas historias a través del arte, integrando elementos de archivo y narrativa visual para reflexionar sobre las implicaciones de decisiones tomadas bajo el influjo de noticias falsas.
“Sentí el compromiso de traer esta historia al presente para que no se repita. Es un recordatorio de cómo las decisiones de los adultos, influenciadas por miedos y manipulaciones, afectan profundamente a las infancias”, explicó Cunliffe.
Cine móvil y memoria colectiva
El uso del camión de cine móvil como espacio de proyección añade un componente simbólico al proyecto. Este vehículo, recuperado de la provincia de Camagüey, fue en el pasado una herramienta clave para llevar cine a zonas rurales de Cuba. Hoy, se convierte en un puente entre el pasado y el presente, promoviendo el acceso al arte y a la reflexión colectiva.
Nelson Ramírez de Arellano, director de la Bienal, destacó que esta obra trasciende las disciplinas tradicionales del arte visual al integrar cine, historia y comunidad en un proyecto único que involucra al público como partícipe activo.
“La obra no solo conecta dos épocas y contextos diferentes, sino que también permite a los espectadores enfrentarse a preguntas profundas sobre identidad, memoria y humanidad”, señaló Ramírez de Arellano.
Reflexiones sobre un pasado complejo
La presentación de “Operación Peter Pan, de ausencia en ausencia” ha generado un fuerte impacto emocional entre los asistentes. Varias personas compartieron recuerdos familiares vinculados a este episodio histórico, reafirmando la importancia de rescatar estas historias para evitar que caigan en el olvido.
“Muchas personas, especialmente los jóvenes, desconocen los detalles de la Operación Peter Pan. Este proyecto es una forma de recordar que el impacto de estos eventos trasciende generaciones”, afirmó Cunliffe.
A través de esta obra, la XV Bienal de La Habana no solo aborda el arte como expresión creativa, sino también como un medio para explorar los desafíos éticos y emocionales que enfrenta la humanidad, subrayando la relevancia de la memoria histórica en un mundo donde las noticias falsas y la manipulación informativa continúan siendo temas de preocupación global.