El Palacio del Segundo Cabo, un emblema del Centro Histórico de La Habana, acogió la inauguración del XX Encuentro Internacional sobre Gestión de Ciudades Patrimoniales. Sin embargo, el evento, que se celebrará del 19 al 22 de noviembre, pone de manifiesto una realidad difícil de ignorar: el estado de deterioro que afecta a buena parte de este patrimonio cultural único, que lucha por mantenerse en pie frente al paso del tiempo y la falta de recursos.
El encuentro, organizado por el Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH), tiene como objetivo sentar las bases para un plan de desarrollo integral que permita revitalizar la capital cubana. Reúne a expertos internacionales de países como Brasil, España e Italia, además de representantes de la Red de Oficinas del Historiador y Conservador de otras ciudades patrimoniales. Sin embargo, aunque las intenciones y proyectos son ambiciosos, no pueden esconder el hecho de que muchos inmuebles y espacios históricos de La Habana muestran signos evidentes de abandono y desgaste.
Durante la sesión inicial, titulada Hablemos de La Habana, se presentaron alianzas con entidades internacionales como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Unión Europea, quienes han respaldado importantes proyectos en la ciudad. No obstante, a pesar de estos esfuerzos, basta caminar por el Centro Histórico para observar edificios en riesgo de colapso, fachadas desvencijadas y calles que urgen atención.
En su intervención, la coordinadora de programas del gobierno de la capital, Mayté Vigoa, destacó el trabajo conjunto entre las autoridades locales y la Oficina del Historiador para crear una Estrategia de Desarrollo Provincial que integre el rescate patrimonial con la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, es inevitable preguntarse si estas estrategias, aún en su etapa inicial, llegarán a tiempo para salvar lo que queda del legado arquitectónico de La Habana.
Anne Lemaistre, directora de la Oficina Regional de la UNESCO, subrayó en su conferencia la importancia de las ciudades centradas en las personas, que promuevan entornos urbanos de calidad. Sin embargo, este ideal contrasta con la realidad de una ciudad donde el desgaste patrimonial no solo afecta su imagen, sino también la seguridad de sus habitantes.
El subdirector del Plan Maestro, Pablo Fornet, abogó por un enfoque participativo para diseñar un plan que involucre a la ciudadanía, los gobiernos locales y los emprendedores. Si bien este enfoque es necesario, la magnitud de los problemas estructurales que enfrenta La Habana patrimonial exige acciones más inmediatas y sostenibles, con recursos suficientes para detener el deterioro.
El XX Encuentro sobre Gestión de Ciudades Patrimoniales representa un espacio vital para la reflexión y el intercambio de soluciones, pero también es un recordatorio de la urgencia de salvar un patrimonio que, de no tomarse medidas rápidas y concretas, podría convertirse en un recuerdo del esplendor que alguna vez fue La Habana.