En un contexto de profunda crisis sanitaria, marcado por la escasez de insumos médicos y la precariedad de la infraestructura hospitalaria, las autoridades cubanas han anunciado la puesta en marcha de un nuevo sistema de ambulancias en La Habana. Este proyecto, concebido como una iniciativa experimental, pretende mejorar la respuesta ante emergencias médicas mediante la incorporación de 15 vehículos nuevos y la coordinación entre distintas entidades estatales.
El plan es resultado de un acuerdo entre el Ministerio de Salud Pública, representado por la empresa SERVISAP; el Ministerio del Transporte (MITRANS), a través de la entidad MCV Comercial S.A.; y el Gobierno de La Habana, en representación del Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM). La propuesta busca optimizar la atención prehospitalaria en una ciudad donde la falta de ambulancias, el deterioro del parque automotor y la carencia de recursos han agravado la crisis en la prestación de servicios de emergencia.
Según el esquema diseñado, el Ministerio del Transporte garantizará la operatividad de las ambulancias y capacitará a los conductores, mientras que el sistema de salud deberá proveer el personal médico y el equipamiento necesario. Sin embargo, este último aspecto genera dudas en la población, dado que la escasez de medicamentos, oxígeno y suministros básicos ha sido una constante en los últimos años.
Los vehículos serán administrados por la empresa mixta MCV Comercial S.A., encargada también del mantenimiento y operación de la flota. Entre sus características, destacan la inclusión de un sistema de localización por GPS, con el objetivo de mejorar la eficiencia en los traslados. No obstante, persisten preocupaciones sobre la sostenibilidad del proyecto, considerando que la falta de combustible, repuestos y financiamiento ha afectado seriamente otros servicios de transporte público y sanitario en la isla.
El anuncio de esta iniciativa llega en un momento en que los hospitales cubanos enfrentan una crisis sin precedentes. La escasez de ambulancias ha llevado a pacientes a depender de transportes improvisados, mientras que la falta de recursos en los centros de salud genera largas esperas y condiciones cada vez más precarias. Muchos profesionales de la salud han emigrado ante los bajos salarios y la falta de condiciones adecuadas para ejercer su labor, dejando a los servicios de urgencias con menos personal y mayores dificultades para atender la creciente demanda.
El nuevo sistema de ambulancias, impulsado tras los acuerdos firmados en la Feria Internacional de Transporte y Logística en abril del pasado año, representa un intento por paliar la crisis. Sin embargo, muchos ciudadanos se preguntan si esta medida será suficiente o si solo se trata de una solución temporal que no aborda los problemas estructurales del sector. La implementación del proyecto, prevista para la próxima semana, pondrá a prueba su viabilidad en una ciudad donde la falta de recursos sigue siendo el mayor desafío para el sistema de salud pública.