Boxeador saludando durante competencia

Julio César La Cruz da el salto al peso superpesado: estrategia táctica de cara a París 2028

El bicampeón olímpico cubano subirá de división en el Torneo Playa Girón mientras la escuadra nacional busca consolidar el relevo generacional en la categoría más pesada del boxeo

La Habana — El boxeo cubano vivirá esta semana un giro inesperado con el regreso de uno de sus máximos exponentes en una nueva categoría. Julio César La Cruz, dos veces campeón olímpico y figura consagrada del pugilismo amateur, participará como superpesado (+92 kg) en el Torneo Nacional Playa Girón que arranca este lunes en la ciudad de Camagüey, sede tradicional de la emblemática competición.

La decisión, según confirmaron fuentes del cuerpo técnico, responde a una necesidad estratégica dentro de la selección nacional de boxeo, que busca apuntalar la división más pesada del equipo ante la ausencia de un atleta consolidado. Así lo explicó el jefe de entrenadores Rolando Acebal, quien destacó que La Cruz —apodado «La Sombra» por su estilo evasivo— es, en este momento, la mejor carta cubana para obtener resultados inmediatos en la categoría.

“Es un movimiento táctico. Aún contamos con jóvenes promesas en los superpesados, pero todos necesitan más madurez competitiva”, argumentó Acebal, quien subrayó que la decisión no responde a una transición definitiva, sino a un ajuste temporal mientras se afianza el recambio generacional.

La inclusión de La Cruz en los superpesados reaviva inevitablemente los ecos de los legendarios Teófilo Stevenson y Roberto Balado, íconos del boxeo amateur en esa división. Sin embargo, los especialistas coinciden en que, aunque el camagüeyano mantiene aún intactas sus cualidades técnicas y físicas, este movimiento no implica que su carrera esté enfocada a establecerse en ese peso a largo plazo.

A sus 35 años, Julio César continúa siendo una figura esencial en el engranaje del boxeo cubano. Su experiencia, liderazgo y versatilidad podrían resultar clave en torneos internacionales venideros, mientras la isla se prepara para defender su legado en los Juegos Olímpicos de París 2028.

Más allá del simbolismo que representa su ascenso temporal de categoría, la apuesta de La Cruz en el Playa Girón pone de manifiesto los retos que enfrenta la Escuela Cubana de Boxeo para mantener su hegemonía en un contexto de creciente migración de talentos y complejidades estructurales. Lo que ocurra en Camagüey esta semana podría ofrecer pistas no solo sobre el estado actual del equipo nacional, sino también sobre su rumbo en el próximo ciclo olímpico.

Con información de la Agencia Cubana de Noticias (ACN)

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