En un momento que capturó tanto los corazones como las cámaras, Juan Soto, estrella de los Yankees de Nueva York, trascendió su habitual espectáculo deportivo con un pequeño pero significativo acto de generosidad. Durante el partido del domingo en el Yankee Stadium, Soto no solo destacó por su habilidad en el campo, sino también por su calidez fuera de él.
El incidente ocurrió al final de la quinta entrada durante el juego contra los Tigres de Detroit, que los Yankees ganaron 5-2. Después de atrapar un elevado de Javier Báez hacia el jardín derecho, Soto avanzó unos pasos más allá de la línea de falta y entregó la pelota al aficionado más cercano: un joven emocionado, vestido con una gorra de los Yankees, que se asomaba esperanzado sobre la pared lateral del estadio.
El joven fanático, visiblemente conmovido por el gesto, examinó la pelota por varios segundos como si necesitara convencerse de que el momento era real. Luego, con una mirada de alegría pura, chocó la mano en señal de victoria con alguien sentado a su lado, sin dejar de mirar el obsequio recibido.
Además, fue Soto quien, más tarde en el séptimo inning, aseguró la victoria para los Yankees con un doble que limpió las bases, rompiendo el empate y coronando la jornada con otro momento memorable, esta vez para el deleite de todos los presentes en el estadio.
