El ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha aprobado este jueves una serie de «operaciones ofensivas» en el frente norte, con el objetivo de desmantelar las estructuras del grupo chií libanés Hezbolá, según reporta Europa Press. La decisión fue tomada en una reunión con altos mandos de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), incluidos el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, y responsables de inteligencia y operaciones militares.
Gallant declaró que estas operaciones buscan «eliminar a los terroristas de Hezbolá, desmantelar sus formaciones ofensivas y destruir su arsenal de misiles y cohetes». Además, subrayó que aún quedan «tareas adicionales por completar» antes de que los civiles desplazados del norte de Israel puedan regresar a sus hogares. Miles de civiles han abandonado la región en los últimos meses debido a los ataques de Hezbolá desde el Líbano en apoyo a la causa palestina.
En medio de esta escalada militar, la ONU ha sido criticada por su ineficacia para gestionar la situación en el Líbano. La coordinadora especial de Naciones Unidas para el país, Jeanine Hennis-Plasschaert, aplaudió el reciente llamamiento a una tregua de 21 días formulado por Estados Unidos y Francia. Hennis-Plasschaert expresó su esperanza de que la petición reciba un «apoyo inequívoco» de ambas partes para permitir que la diplomacia prospere.
Sin embargo, la propuesta de alto el fuego ha encontrado resistencia dentro del gobierno israelí. Mientras Washington y París, junto a la Unión Europea y varios países árabes, buscan una pausa en los combates, ministros israelíes han presionado al primer ministro, Benjamin Netanyahu, para que rechace el plan y continúe con la ofensiva militar. Aunque se ha informado que Netanyahu ha pedido al Ejército que reduzca los ataques, no hay confirmación oficial de esta postura.
En las últimas 24 horas, al menos trece personas han muerto en el Líbano debido a los bombardeos israelíes, que han atacado aproximadamente 75 objetivos vinculados a Hezbolá, incluyendo depósitos de municiones y lanzaderas de misiles. El conflicto, que ha cobrado más de 600 vidas en los últimos días, continúa escalando mientras la comunidad internacional, encabezada por la ONU, enfrenta crecientes críticas por su incapacidad para mediar de manera efectiva en el conflicto.
