Este miércoles, a las 4:00 p.m., se celebró una misa en la capilla del Cementerio de Colón, en La Habana, en memoria de Geobel Damir Ortiz, el niño que falleció recientemente en Miami después de varios años de tratamiento médico en Cuba. La ceremonia, organizada por familiares y amigos del menor, se llevó a cabo en un ambiente de recogimiento y oración, con la presencia de su abuela, Mercedes Báez, quien llegó acompañada de su cuidador.
La abuela de Damir, visiblemente afectada por la pérdida, recibió el apoyo de quienes acudieron al evento para acompañarla en su dolor. Según testimonios de los presentes, Mercedes Báez expresó su deseo de rendir un último homenaje a su nieto en un acto de amor y respeto por su memoria.
Sin embargo, la celebración religiosa estuvo marcada por restricciones impuestas por las autoridades cubanas. La activista Yamilka Lafita, conocida como Lara Crofs, denunció que fue retenida en su domicilio por agentes de la Seguridad del Estado y se le impidió asistir a la misa. Lafita, quien había colaborado en la organización del evento, compartió en redes sociales imágenes de patrullas frente a su casa y expresó su frustración por la situación, aunque dejó claro que la ausencia de su presencia no cambiaría el significado del homenaje: “No se trata de mí. Es un pueblo que quiere rendir tributo con amor y empatía”, comentó.
A pesar de los obstáculos, la misa continuó según lo previsto, presidida por el padre Jorge Luis. Durante la ceremonia, se elevó una oración por Damir y por todos los niños enfermos de Cuba, en un acto colectivo de oración y solidaridad. La comunidad cubana, tanto dentro como fuera de la isla, se unió en apoyo a la familia de Damir, mientras en redes sociales se multiplicaban los mensajes de condena hacia las restricciones y la politización del caso.
El caso de Damir Ortiz se convirtió en un símbolo de la lucha por un sistema de salud más eficiente en Cuba. La madre del menor, Eliannis Ramírez, denunció la falta de medicamentos y atención médica adecuada en la isla, lo que, según ella, retrasó el tratamiento adecuado para su hijo. La solidaridad de la comunidad cubana permitió finalmente el traslado de Damir al Nicklaus Children’s Hospital en Miami, pero lamentablemente llegó en estado séptico debido a la resistencia de una bacteria por un mal manejo de antibióticos, lo que resultó en su fallecimiento.
La muerte de Damir Ortiz ha conmocionado a la sociedad cubana, generando un clamor por la mejora del sistema de salud y la justicia frente a las negligencias que contribuyeron a su trágico desenlace.