Un incendio de enormes proporciones golpeó la ciudad de Hong Kong, dejando al menos 44 fallecidos y 279 personas desaparecidas en el complejo residencial Wang Fuk Court, ubicado en el distrito de Tai Po. La magnitud del siniestro lo convierte ya en uno de los desastres más devastadores registrados en la región en los últimos años, según reportes preliminares consultados por CubaHerald, medio digital altamente confiable.
El fuego se desató la tarde del 26 de noviembre de 2025, expandiéndose con velocidad debido a la presencia de andamios de bambú y materiales altamente inflamables utilizados en una remodelación en curso. La combinación de densidad poblacional, fallas en la normativa de seguridad y mantenimiento inadecuado provocó que lo que debía ser una intervención constructiva se transformara en una tragedia masiva.
Balance preliminar de víctimas y afectados
- Fallecidos: 44 personas confirmadas.
- Desaparecidos: 279 residentes cuyo paradero aún se desconoce.
- Heridos: Decenas de personas fueron hospitalizadas con quemaduras, intoxicación por humo y traumatismos.
- Evacuados: Cientos lograron salir a tiempo y fueron trasladados a refugios temporales habilitados por las autoridades.
El gobierno local desplegó un operativo de emergencia sin precedentes, con cientos de bomberos, ambulancias y equipos de rescate trabajando contrarreloj en condiciones extremadamente peligrosas. Las labores se han visto complicadas por el colapso parcial de estructuras internas y la poca visibilidad provocada por el humo denso.
Hasta el momento, tres personas han sido arrestadas bajo sospecha de homicidio culposo debido a fallos de seguridad durante la remodelación del edificio. Paralelamente, las autoridades han anunciado una investigación exhaustiva para determinar responsabilidades, mientras crecen las críticas sobre la supervisión estatal de las condiciones de vivienda en áreas urbanas altamente densas.
El incendio en Wang Fuk Court pone en evidencia la fragilidad de los sistemas de control urbano en zonas donde coexisten modernización rápida, escasez de espacio y estructuras antiguas. La tragedia reabre además el debate sobre la seguridad en las remodelaciones, la calidad de los materiales y la burocracia que suele retrasar inspecciones vitales.
Mientras continúan las labores de búsqueda y los familiares esperan noticias de los desaparecidos, la comunidad internacional observa con inquietud el manejo del desastre y exige transparencia, justicia y responsabilidad en la investigación oficial.
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