Una intensa movilización de bomberos y personal de emergencia se desplegó la pasada noche en la localidad de Benavides, en Ceiba Mocha, provincia de Matanzas, tras el incendio de un tren cisterna que transportaba alcohol. El siniestro ocurrió alrededor del kilómetro 80,5 de la Línea Central, próximo a la estación ferroviaria de Mocha, y ha provocado serias interrupciones en el tráfico de trenes nacionales justo en el umbral de una de las fechas de mayor movimiento familiar en el país.
Según confirmó el ministro de Transporte, el incidente involucra al Tren Extra 924, procedente de la destilería “Meláneo Hernández” en Sancti Spíritus y con destino a la planta de ron en Santa Cruz del Norte, Mayabeque. De los vagones que integraban la formación, cinco cisternas se descarrilaron. Una de ellas volcó por completo y se incendió, generando una densa columna de humo y llamas que alarmó a los residentes del área. El fuego, no obstante, fue controlado sin que se registraran víctimas fatales, aunque las afectaciones materiales en la infraestructura ferroviaria alcanzan al menos 100 metros de vía.
Vecinos de la zona reportaron a medios locales un fuerte olor a alcohol en el aire, acompañado del ulular constante de sirenas y la presencia de múltiples vehículos del cuerpo de bomberos y otras entidades estatales. La rápida respuesta permitió contener la propagación del incendio y comenzar de inmediato las labores de evaluación de daños y limpieza del área.
En una declaración pública, el ministro del ramo calificó el hecho como “algo más que un accidente ferroviario”, debido al impacto logístico y social que ha provocado, particularmente en vísperas del Día de las Madres. «Todos en el sistema del transporte ocuparon sus puestos», afirmó, al detallar que la salida del tren La Habana-Holguín (número 15) tuvo que ser pospuesta, mientras que otros servicios nacionales, como el tren Guantánamo-La Habana, se vieron obligados a detener su recorrido.
El titular del Ministerio de Transporte visitó personalmente la zona del accidente alrededor de las tres de la madrugada, acompañado por autoridades locales, funcionarios del Ministerio del Interior y representantes del sistema ferroviario. Durante su recorrido, conversó con pasajeros varados en la Estación de Trenes de Matanzas, muchos de los cuales esperaban alternativas para completar sus viajes. Según sus palabras, «recibimos varias peticiones de mejora de la población», lo que apunta a la necesidad de revisar no solo las condiciones de seguridad, sino también la capacidad de respuesta institucional ante emergencias.
Mientras las cuadrillas de mantenimiento trabajan en la reparación del tramo afectado y en la remoción de los vagones descarrilados, ya se ha iniciado una investigación para esclarecer las causas del siniestro. Aunque aún no se ha precisado si el accidente fue provocado por una falla técnica o un error humano, las autoridades aseguran que el proceso de esclarecimiento se desarrollará con transparencia y rigor.
El incidente deja en evidencia la fragilidad de una red ferroviaria que, pese a su importancia estratégica para el transporte de carga y pasajeros, enfrenta limitaciones estructurales y operativas desde hace décadas. La combinación de trenes sobrecargados, infraestructura envejecida y escasez de piezas de repuesto ha generado una cadena de riesgos que, como en este caso, puede derivar en consecuencias de gran magnitud.
Se espera que en las próximas horas el Ministerio de Transporte ofrezca una actualización sobre el restablecimiento del servicio en la Línea Central, así como posibles soluciones para los cientos de pasajeros afectados por las interrupciones. La prioridad, han afirmado las autoridades, es garantizar la seguridad y minimizar el impacto en una jornada que tradicionalmente moviliza a miles de cubanos por todo el país.
