En un operativo realizado en Flor Crombet, municipio de Jovellanos, Matanzas, agentes del Ministerio del Interior (Minint) realizaron un registro en la vivienda de Alien Valdés Gil, donde se encontraron cinco motores de máquinas de regadío tipo «Fregat», junto con una cantidad significativa de materiales pesados utilizados en la construcción de hornos para su posterior venta, todo de origen ilícito.
Estas máquinas, fundamentales para el riego en empresas estatales, cooperativas y explotaciones agrícolas privadas, juegan un papel clave en la producción de alimentos y el desarrollo económico del país. La sustracción de estos equipos afecta gravemente la capacidad de producción en los campos, poniendo en riesgo la alimentación de la población, que ya enfrenta limitaciones en el abastecimiento.
Las autoridades investigan cómo estos equipos, destinados a mejorar la infraestructura agrícola, terminaron siendo objeto de comercio ilegal, lo que pone de manifiesto la necesidad de un control más riguroso sobre los bienes estatales y de un seguimiento efectivo a los delitos económicos. El Gobierno cubano, ante la proliferación de este tipo de ilegalidades, ha reiterado su compromiso de mantener una política de «tolerancia cero» frente a las indisciplinas sociales y los delitos que afectan a sectores estratégicos de la economía.
El caso de Alien Valdés Gil refuerza la preocupación sobre el desvío de recursos fundamentales para el desarrollo del país y abre el debate sobre la efectividad de los mecanismos de control estatal en la lucha contra el robo y la corrupción en sectores clave. Las acciones legales que se deriven de este operativo pretenden sentar precedentes sobre la importancia de proteger los recursos que, de manera directa, inciden en el bienestar de la población cubana.