La tormenta tropical Beryl, que recientemente se degradó de huracán, ha continuado causando estragos en el este de Texas con inundaciones repentinas y fuertes ráfagas de viento. Tras tocar tierra en Matagorda, Texas, como un huracán de categoría 1 en las primeras horas del lunes, Beryl ha dejado un saldo trágico de muertes y amplias interrupciones en el suministro eléctrico, afectando a millones de hogares y negocios.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó que Beryl presentaba vientos máximos sostenidos de 60 mph y se ubicaba aproximadamente a 55 millas al norte de Houston, moviéndose en dirección norte-noreste a una velocidad de 14 mph. La tormenta, que había ganado fuerza nuevamente la noche del domingo antes de impactar en Texas, ha dejado un rastro de destrucción mortal, no solo en Estados Unidos, sino también en partes de México y el Caribe.
En Houston, las consecuencias han sido particularmente severas. Un hombre perdió la vida en el suburbio de Humble cuando un árbol cayó sobre su casa, y una mujer de 74 años fue víctima de un incidente similar. Además, las autoridades locales han instado a los ciudadanos a evitar las carreteras y reportan que un vehículo de rescate fue impactado por un árbol mientras asistía en una operación de rescate. Más de 1,000 vuelos han sido cancelados en los aeropuertos de Houston, lo que subraya la magnitud del impacto de la tormenta.
El NHC anticipa que Beryl continuará su trayectoria hacia el noreste, acelerando su velocidad y moviéndose a través del Lower Mississippi Valley, con proyecciones de alcanzar el Ohio Valley entre el martes y el miércoles.
El paso de Beryl por el Caribe también fue devastador, dejando al menos 11 muertos en diferentes islas. En Granada, tres personas fallecieron y en San Vicente y las Granadinas se registró un muerto. Las autoridades venezolanas reportaron tres muertos y cinco desaparecidos en el estado Sucre, donde más de 600 viviendas fueron afectadas por el desbordamiento del río Manzanares.
Este evento destaca la intensidad y frecuencia de los ciclones en esta temporada del Atlántico, con Beryl siendo el tercer ciclón en impactar México en un corto periodo. Aunque en México el ciclón se degradó a tormenta tropical sin causar mayores daños en infraestructuras significativas, su impacto en la región ha sido profundo y lamentablemente mortal.
La Casa Blanca ha respondido al desastre enviando equipos de emergencia, búsqueda y rescate, y suministrando agua embotellada y otros recursos esenciales a las áreas afectadas.
