El huracán Beryl, con una potencia categoría 4, ha impactado la isla caribeña de Carriacou, provocando considerables daños y forzando la evacuación masiva de residentes hacia islas vecinas. Con vientos que alcanzaron hasta las 150 millas por hora, la tormenta ha dejado una estela de destrucción, desde viviendas sin techos hasta infraestructura básica severamente afectada.
Desde el Centro Nacional de Huracanes (NHC), se ha calificado a Beryl como un fenómeno «extremadamente peligroso», subrayando el riesgo vital que representa. La entidad ha recomendado encarecidamente a los habitantes permanecer en refugios seguros hasta que la tormenta amaine.
El impacto de Beryl ha sido devastador especialmente en Carriacou, con reportes preliminares de daños significativos en las estructuras y el entorno natural de la isla. Terence Walters, coordinador nacional de desastres en Granada, confirmó que se están recopilando datos de los efectos del huracán en la zona, mientras que el primer ministro Dickon Mitchell planea visitar la isla tan pronto como las condiciones lo permitan. El primer ministro ha hablado sobre una marejada ciclónica extensa y daños que podrían ser aún más graves de lo inicialmente estimado.
En términos de respuesta médica, el hospital principal de Granada ha tenido que reubicar a sus pacientes a zonas más seguras del edificio debido al daño en el techo causado por los vientos. Mientras tanto, miles de personas han encontrado refugio en islas cercanas como Barbados, Granada, Tobago y San Vicente y las Granadinas, donde se mantienen alertas activas por tormentas.
Beryl, que se fortaleció rápidamente a categoría 4 en un récord histórico de tiempo para el inicio de la temporada de huracanes, se espera que siga afectando a otras partes del Caribe. Los meteorólogos advierten de marejadas ciclónicas potencialmente mortales y fuertes precipitaciones en las próximas horas, con previsiones de afectaciones también en Haití, la República Dominicana, Jamaica y las Islas Caimán.
Este huracán no solo marca un hito por su fuerza temprana en la temporada sino que también pone en relieve los crecientes riesgos asociados al cambio climático, con incrementos notables en la temperatura de los océanos que pueden estar influyendo en la intensidad y frecuencia de estas tormentas. Expertos y organizaciones como Greenpeace han destacado la relación entre el aumento de la actividad ciclónica y el calentamiento global, urgente a la acción para mitigar los efectos del cambio climático.
Mientras Beryl continúa su trayectoria, las autoridades instan a la población a seguir las indicaciones de seguridad y prepararse para más impactos en los próximos días. La comunidad internacional está observando de cerca, proporcionando apoyo y monitoreando el avance del huracán en una de las temporadas más activas pronosticadas hasta la fecha.