El Gobierno de Hungría ha reiterado su posición en contra de la nominación del primer ministro neerlandés, Mark Rutte, para ocupar el puesto de secretario general de la OTAN, proponiendo en su lugar al presidente de Rumanía, Klaus Iohannis. Según reporta Europa Press, Budapest justifica su elección en la necesidad de una mayor representación de los países del este de Europa dentro de la estructura de liderazgo de la Alianza Atlántica.
El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, ha expresado críticas hacia Rutte, especialmente por sus comentarios sobre las políticas internas del gobierno húngaro liderado por Viktor Orbán. Szijjarto enfatizó que es esencial para Budapest tener «confianza absoluta» en quien asuma el liderazgo de la OTAN, señalando que las recientes declaraciones de Rutte no favorecen un clima de confianza mutua.
La decisión sobre el próximo secretario general requiere un consenso entre los 32 miembros de la OTAN, y aunque Rutte parece contar con el respaldo de cerca de una treintena de naciones, incluidos Estados Unidos y países influyentes como Turquía y Polonia, la oposición de Hungría podría complicar su nominación. Estos últimos, a pesar de su apoyo a Rutte, inicialmente preferían un candidato de Europa del Este, lo que refleja la división dentro del bloque respecto a esta elección.
La situación se presenta como un desafío diplomático en vísperas de la cumbre de la OTAN en Washington en julio, donde se celebra el 75º aniversario de la alianza. La administración norteamericana espera resolver la cuestión de la sucesión antes de la cumbre para asegurar una transición suave y demostrar unidad entre los aliados. Sin embargo, la persistencia de Hungría en apoyar a Klaus Iohannis y su firme rechazo a Rutte sugieren que las negociaciones podrían extenderse más de lo previsto.