El Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, en Granma, reaccionó este domingo a la circulación de fotografías y testimonios que mostraban a pacientes atendidos en el piso o en condiciones precarias dentro del centro asistencial. Sin embargo, las imágenes divulgadas por la propia institución, lejos de desmentir estas denuncias, han terminado por reforzar la percepción ciudadana de que el sistema de salud atraviesa un deterioro profundo.
En un mensaje publicado en su página oficial de Facebook, la dirección del hospital admitió que trabaja con “pocos recursos”, algo que, según el texto, “no es secreto para nadie”. La declaración busca contrarrestar lo que el centro califica como intentos de “romancear historias” o “desacreditar” al sector, pero el reconocimiento explícito de la falta de insumos y de las limitaciones operativas apunta a una realidad ya señalada durante semanas por pacientes y trabajadores del sistema sanitario.
Las imágenes difundidas por el propio centro muestran una alta afluencia de personas, espacios sobrecargados y signos visibles de precariedad. Para muchos residentes de la provincia, estas fotografías no funcionan como aclaración, sino como evidencia adicional del colapso progresivo de los servicios de salud en la región.
El hospital asegura que, con el personal disponible, continúa atendiendo a todos los pacientes, pero reconoce que enfrenta “los mismos problemas que la gente común”, una frase que resume el impacto generalizado del desabastecimiento, la falta de equipamiento y las infraestructuras deterioradas.
La situación en Granma se suma a un número creciente de denuncias provenientes de otras provincias, donde ciudadanos han documentado carencias críticas en hospitales, consultas y servicios de urgencias. Las autoridades sanitarias no han ofrecido hasta ahora una evaluación integral sobre la magnitud de la crisis.
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