El gobierno de Cuba ha intensificado sus esfuerzos para combatir el comercio ilegal de divisas, emitiendo una advertencia a través del periódico oficial Granma de que la compra o venta de moneda extranjera podría resultar en penas de hasta cinco años de cárcel. Esta medida busca reforzar el control sobre las actividades económicas dentro del país, en un contexto donde las fluctuaciones del mercado informal de divisas han sido una constante.
Granma ha expresado críticas severas hacia aquellos que participan en intercambios de moneda nacional por extranjera, calificando estas acciones como perjudiciales para la economía nacional. El artículo destacó que todas las transacciones de compra, venta o transferencia de moneda extranjera sin la autorización del estado son consideradas ilegales y, por tanto, punibles bajo la ley cubana.
La legislación cubana, a través del Decreto-Ley No. 361 y la Resolución No. 177, delega al Banco Central de Cuba la autoridad para proponer políticas monetarias y regular las operaciones cambiarias. Solo las casas de cambio autorizadas tienen permiso para realizar estas operaciones. Adicionalmente, la Ley No. 151 penaliza severamente la venta y adquisición no autorizada de divisas, con sanciones que incluyen tanto multas como penas de prisión.
Recientemente, las autoridades han tomado medidas enérgicas contra las operaciones ilegales, como lo demuestra el desmantelamiento de una red de estafas en Santa Clara, donde se detuvo a cuatro mujeres implicadas en transacciones ilegales significativas. Estos casos ilustran la determinación del gobierno de perseguir y penalizar a los involucrados en el mercado negro de divisas.
Esta campaña contra el comercio ilegal de divisas subraya la tensa situación económica en Cuba y el esfuerzo del gobierno por mantener un control riguroso sobre todas las facetas de la economía del país, en un intento por estabilizar la moneda nacional frente a las divisas extranjeras.
