El primer ministro cubano, Manuel Marrero, afirmó en una entrevista reciente con la cadena iraní Hispan TV que el gobierno cubano está preparado para enfrentar un posible segundo mandato de Donald Trump en Estados Unidos. Marrero indicó que el gobierno ya ha diseñado una estrategia para manejar los desafíos que podrían surgir si Trump regresa a la Casa Blanca tras las elecciones de noviembre de 2024. Sin embargo, estas declaraciones no parecen convencer a gran parte de la población cubana, que se muestra cada vez más escéptica ante las promesas oficiales.
«Ya lo conocemos», dijo Marrero refiriéndose a la administración Trump, y aseguró que el plan del gobierno incluye buscar soluciones internas y fomentar la inversión extranjera, manteniendo siempre la soberanía nacional. A pesar de las medidas anunciadas para atraer a inversores, incluidos los cubanos en el extranjero, muchos ciudadanos consideran que estas promesas son las mismas de siempre y que los resultados tangibles siguen sin materializarse.
El primer ministro también afirmó que el gobierno está comprometido con el fortalecimiento de la economía del país sin renunciar a los principios del sistema político vigente. «Perfeccionaremos el Socialismo constantemente, porque los tiempos van cambiando y nosotros no tenemos miedo a los cambios», declaró Marrero. Sin embargo, esta retórica no ha logrado disipar el creciente descontento popular, marcado por la frustración ante la prolongada crisis económica y la falta de libertades.
En medio de la profunda crisis que atraviesa la isla, Marrero proyectó un futuro optimista, sugiriendo que en cinco años el país estará «en una situación mucho más favorable». No obstante, para muchos cubanos estas palabras suenan vacías, ya que llevan décadas escuchando promesas similares sin que se traduzcan en mejoras reales en sus vidas. El descontento popular es palpable, y cada vez más cubanos expresan abiertamente su escepticismo respecto a las afirmaciones del gobierno.
Durante su reciente visita a Irán y Angola, Marrero participó en la toma de posesión del presidente iraní Masud Pezeshkian y sostuvo reuniones con empresarios y grupos de solidaridad. En Angola, fue recibido por autoridades locales junto a altos funcionarios cubanos, incluido el viceministro primero de las Fuerzas Armadas, el general Ramón Espinosa Martín, y el presidente ejecutivo de la Corporación Antex S.A., Carlos Santiago Martínez Rodríguez.
Las declaraciones de Marrero, también difundidas por el programa Mesa Redonda en Cuba, buscan proyectar una imagen de estabilidad y control frente a los posibles cambios en la política estadounidense. Sin embargo, el creciente escepticismo y descontento entre la población cubana reflejan una realidad en la que las promesas del gobierno ya no tienen el mismo peso que antes, y la paciencia de la ciudadanía está llegando a su límite.