En un reciente desarrollo en Gambia, los legisladores de la nación del oeste africano han rechazado un proyecto de ley que buscaba anular la prohibición del corte genital femenino, también conocido como mutilación genital femenina (MGF). Este hecho marca un punto de inflexión significativo, ya que Gambia podría haberse convertido en el primer país del mundo en revertir una prohibición de esta práctica.
La decisión llega tras meses de intensos debates en este país de predominancia musulmana, que cuenta con una población de menos de 3 millones de habitantes. La propuesta legislativa fue desestimada completamente al rechazarse todas sus cláusulas, lo que impidió llevar a cabo una votación final.
La MGF, que incluye la eliminación parcial o total de los genitales externos de las niñas, a menudo se realiza en contextos comunitarios tradicionales utilizando instrumentos como cuchillas de afeitar. Esta práctica puede causar graves hemorragias, complicaciones en el parto e incluso la muerte, y sigue siendo común en ciertas regiones de África.
Activistas y grupos de derechos humanos habían expresado su preocupación por la posible anulación de la prohibición en Gambia, lo cual habría representado un retroceso significativo en los esfuerzos globales para erradicar una práctica que afecta a niñas menores de 5 años y está arraigada en nociones de pureza sexual y control.
Los conservadores religiosos que impulsaron la campaña para revertir la prohibición alegaron que la práctica era «una de las virtudes del Islam». Sin embargo, esta posición fue fuertemente contestada por activistas y sobrevivientes de la MGF.
Absa Samba, una activista y sobreviviente, expresó un gran alivio tras el resultado de la votación. «Pero creo que esto es solo el comienzo del trabajo», agregó mientras celebraba con otros frente al parlamento. Fatou Baldeh, otra activista y sobreviviente, compartió la angustia de haber tenido que revivir sus traumas durante los 11 meses que duró este proceso legislativo.
Según estimaciones de las Naciones Unidas, más de la mitad de las mujeres y niñas entre 15 y 49 años en Gambia han sido sometidas a la MGF. A pesar de que el ex líder Yahya Jammeh prohibió inesperadamente esta práctica en 2015, la implementación de la ley ha sido débil, y las mujeres han continuado siendo víctimas de la MGF, con solo dos casos procesados hasta la fecha.
Samba ha llamado a una mayor educación pública sobre las consecuencias de salud de la práctica. Según UNICEF, unos 30 millones de mujeres en todo el mundo han sido sometidas a MGF en los últimos ocho años, principalmente en África, pero también en Asia y Oriente Medio. Más de 80 países tienen leyes que prohíben la práctica o permiten su procesamiento, incluidos Sudáfrica, Irán, India y Etiopía. El Fondo de Población de las Naciones Unidas ha enfatizado que ningún texto religioso promueve ni justifica la mutilación genital femenina, destacando que no existe ningún beneficio en ella.