Este viernes, un inusual evento meteorológico azotó las provincias de La Habana y Artemisa, situadas en el occidente de Cuba, cuando una intensa tormenta de granizo sorprendió a residentes y transeúntes. El fenómeno meteorológico dejó tras de sí escenas que parecían sacadas de una película invernal, con áreas cubiertas de blanco debido a la acumulación de granizo, captando la atención y preocupación de la comunidad.
En particular, localidades como Boyeros, Bahía Honda y Guanajay, experimentaron una significativa caída de granizo, un evento no muy común en estas latitudes. Las redes sociales se llenaron de imágenes y relatos de los habitantes, mostrando la magnitud del granizo, que en algunas áreas alcanzó tamaños considerables.
Destacados en estos reportes fueron los comentarios y publicaciones de individuos y periodistas locales, quienes compartieron mediante plataformas como Facebook, evidencia visual del evento, incluyendo fotografías y videos que mostraban la intensidad de la tormenta, especialmente notable en zonas como la CUJAE y Párraga en Boyeros, así como en Bahía Honda y Artemisa, donde se sintieron con fuerza las precipitaciones y el granizo.
La situación meteorológica adversa no se limitó a Cuba; un sistema de bajas presiones provocó también un deterioro de las condiciones climáticas en el sur de Florida, Estados Unidos. Allí, se activaron alertas por inundaciones y vientos fuertes en varios condados, incluidos Miami y Broward, con medidas preventivas extendiéndose hasta la noche del sábado.
Previamente, el Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET) había alertado sobre la entrada de un frente frío por el occidente de la isla, anticipando fuertes lluvias y actividad eléctrica. Se advirtió sobre la posibilidad de chubascos intensos, tormentas eléctricas, y rachas de viento fuerte, acompañados de granizo y fuerte actividad eléctrica, que podrían resultar en inundaciones en áreas propensas.
Este fenómeno climático no solo resalta la fuerza de la naturaleza en la región, sino que también subraya la necesidad de estar preparados para responder a condiciones meteorológicas extremas. Las autoridades y la ciudadanía se mantienen vigilantes ante la posibilidad de futuras tormentas, recordando la importancia de la precaución en tiempos de climas cada vez más variables.
