París / Washington, 6 de junio de 2025 – El gobierno de Francia ha hecho un llamado firme a la Administración Trump para que retire de inmediato las sanciones impuestas contra cuatro magistradas del Tribunal Penal Internacional (TPI), sanciones que, según París, suponen un intento directo de socavar la independencia judicial internacional.
En un comunicado emitido este viernes por el Ministerio de Exteriores francés, se expresa la “solidaridad plena” con las juezas sancionadas y se reafirma el “apoyo sin fisuras” al TPI, considerado por el Elíseo como un órgano esencial en la lucha contra la impunidad y los crímenes de guerra. Francia, miembro fundador de la Corte, subrayó que continuará trabajando para que la institución “pueda ejercer su mandato de forma independiente e imparcial”.
Las sanciones anunciadas por el Departamento de Estado de EE.UU. el jueves afectan a las magistradas Solomi Blungi Bossa (Uganda), Luz del Carmen Ibáñez (Perú), Reine Alapini Gansou (Benín) y Beti Holer (Eslovenia). Según fuentes del gobierno estadounidense, las medidas están relacionadas con las investigaciones que el TPI lleva a cabo sobre la actuación militar de Estados Unidos en Afganistán y la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
El Tribunal Penal Internacional, con sede en La Haya, denunció las sanciones como “un ataque sin precedentes a la integridad de un órgano judicial internacional”, recordando que actúa bajo el mandato de 125 Estados parte, incluido gran parte de la comunidad internacional europea y latinoamericana.
Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebró públicamente las sanciones impuestas por Trump, calificándolas como “un paso valiente en defensa del derecho de las democracias a protegerse del terrorismo”. Netanyahu agradeció al presidente estadounidense por lo que describió como una postura coherente frente a “una Corte politizada y parcial”.
Este nuevo choque diplomático entre Washington y Europa refuerza las tensiones ya existentes en torno a la legitimidad y autonomía del TPI, especialmente después de que el tribunal solicitara en mayo órdenes de arresto contra altos funcionarios israelíes y de Hamás por presuntos crímenes de guerra en Gaza.
Francia, al igual que Alemania y otros países de la UE, ha defendido públicamente el papel del TPI como garante del derecho internacional humanitario. La presión diplomática se intensificará en los próximos días si Washington no da señales de revertir su decisión, que es vista por diversos sectores como una señal peligrosa de deslegitimación del sistema multilateral de justicia.
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