Casi un mes después de haber sido víctimas de un accidente provocado presuntamente por un vehículo policial, una familia residente en el municipio habanero de Cotorro continúa enfrentando una dura batalla marcada por la falta de atención médica adecuada y la ausencia de información oficial sobre los responsables del hecho.
César Osmel Jiménez y su esposa, Yisel Toledano, resultaron gravemente heridos en un accidente ocurrido en la zona de Loma de Tierra. Desde entonces, Toledano permanece ingresada en el Hospital «La Benéfica», donde espera una intervención quirúrgica que no acaba de materializarse. De acuerdo con declaraciones cercanas a la familia, la operación debía haberse realizado en el Hospital Naval, pero hasta la fecha no hay certeza sobre cuándo será atendida.
Por su parte, Jiménez fue dado de alta tras permanecer hospitalizado 23 días, aunque aún se encuentra en recuperación. Las secuelas del impacto incluyen lesiones importantes en la cadera y la pierna izquierda, donde le fue colocado un fijador externo. Su rehabilitación tomará varios meses.
La situación ha sido especialmente difícil para su hijo de 9 años, quien clama por la recuperación de su madre y su regreso al hogar. Sin embargo, la operación pendiente, que incluye una intervención en el fémur, continúa sin ser programada.
A este cuadro se suma el silencio institucional. No se han ofrecido reportes oficiales ni declaraciones por parte de las autoridades sobre lo sucedido, y según denuncian los familiares, no ha habido repercusiones conocidas para los presuntos responsables del accidente, quienes habrían estado bajo los efectos del alcohol al momento del hecho.
La familia solicita ayuda y visibilidad para lograr que se realice la cirugía que necesita Yisel y también exigen que se esclarezcan los hechos y se haga justicia por lo que califican como un acto de negligencia grave que ha cambiado sus vidas de manera irreversible.
