La Habana – La cultura cubana despide a una de sus figuras más emblemáticas. Ayer domingo falleció en La Habana, a los 94 años, Zenaida Armenteros, reconocida como la Reina de la Danza Folclórica Cubana y conocida en el ámbito artístico como la Ayagba de Cuba (“La Reina” en lengua yoruba).
Armenteros fue una pieza fundamental en la preservación del patrimonio afrocubano. En 1962 participó en la fundación del Conjunto Folklórico Nacional, institución desde la cual dedicó más de seis décadas a la investigación, la enseñanza y la promoción de las raíces culturales de la Isla.
Su labor trascendió los escenarios, convirtiéndose en maestra y guía de varias generaciones de artistas. Gracias a su voz, su danza y su incansable vocación pedagógica, la figura de Zenaida se consolidó como referente indiscutible de la tradición popular cubana.
A lo largo de su trayectoria recibió importantes reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Danza, además de múltiples homenajes dentro y fuera de Cuba, donde su obra fue aplaudida como expresión genuina de identidad y resistencia cultural.
La noticia de su muerte generó numerosas muestras de pesar en el gremio artístico. Colegas, discípulos y admiradores recordaron a Armenteros como “una artista integral, que convirtió el arte en un acto de amor hacia sus raíces”.
La partida de Zenaida Armenteros deja un vacío irreparable, pero también un legado vivo que seguirá inspirando a futuras generaciones de bailarines, músicos y amantes del folclor. Su nombre permanecerá unido para siempre a la memoria cultural de Cuba.
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