Yosandri Mulet Almarales, un preso político de 37 años, falleció el 26 de agosto en el hospital Julio Trigo de La Habana, días después de intentar quitarse la vida. El 22 de agosto, Mulet se lanzó al vacío desde el Puente de Calabazar, cerca de su hogar en la capital cubana, durante un pase temporal del centro penitenciario donde cumplía una condena de 10 años. Mulet había sido condenado por su participación en las protestas del 11 y 12 de julio de 2021 en La Güinera, un barrio de La Habana que fue uno de los epicentros de las manifestaciones antigubernamentales.
El estado emocional de Mulet en los días previos a su muerte fue reflejado en una publicación en su página personal, donde escribió: «Perdóname Dios por los días que no te busco, pero yo siempre te necesito». Este mensaje ha sido interpretado como una señal de la profunda angustia que experimentaba mientras cumplía su sentencia. Mulet, como muchos otros presos políticos en Cuba, enfrentaba condiciones de detención extremadamente duras, incluidas largas horas de trabajos forzados y limitaciones severas a su libertad personal.
El trágico desenlace de Yosandri Mulet ha provocado una oleada de reacciones tanto dentro como fuera de Cuba. Organizaciones de derechos humanos han denunciado la situación crítica de los presos políticos en la isla, subrayando las presiones físicas y psicológicas a las que están sometidos. La muerte de Mulet ha vuelto a poner en el centro de la atención internacional el trato que reciben aquellos que se atreven a manifestarse en contra del gobierno cubano.
Este incidente se suma a las crecientes preocupaciones sobre el estado de los derechos humanos en Cuba, especialmente en relación con los detenidos por motivos políticos. La comunidad internacional, incluyendo organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, ha pedido una investigación exhaustiva sobre las circunstancias que llevaron a la muerte de Mulet y ha reiterado su llamado para que se respeten los derechos fundamentales de todos los ciudadanos cubanos. La situación de los presos políticos sigue siendo un tema de gran preocupación, y la muerte de Yosandri Mulet subraya la urgente necesidad de atención y acción por parte de las autoridades.