En respuesta a nuevas órdenes ejecutivas de la Casa Blanca, la Guardia Costera de Estados Unidos ha desplegado de inmediato recursos adicionales en el estrecho de Florida con el objetivo de frenar posibles intentos de migración masiva desde Cuba y Haití. La medida, anunciada el martes, forma parte de una estrategia más amplia de seguridad fronteriza que también abarca otras regiones marítimas clave.
El almirante Kevin Lunday, comandante interino de la Guardia Costera, destacó que esta decisión responde a la necesidad de salvaguardar las fronteras marítimas del país y prevenir actividades ilegales, incluyendo el tráfico de personas y el contrabando de drogas. «Como la principal agencia de aplicación de la ley marítima a nivel mundial, nuestra misión es proteger la soberanía y la integridad territorial de Estados Unidos. Siguiendo las directrices presidenciales, hemos ordenado un aumento inmediato de activos en el sureste del país», explicó Lunday.
El refuerzo operativo incluirá el despliegue de buques patrulleros, aeronaves, embarcaciones de respuesta rápida y unidades especializadas. Además del estrecho de Florida, otras áreas de interés prioritario incluyen las aguas que rodean Alaska, Hawái, Puerto Rico y los territorios estadounidenses en el Pacífico. Asimismo, la frontera marítima con México, tanto en el Golfo de México como en el Pacífico, recibirá una mayor vigilancia.
Esta intensificación en las operaciones de patrullaje busca evitar un repunte en la llegada de migrantes por vía marítima, un fenómeno que ha generado preocupación en las autoridades de seguridad nacional. En los últimos años, la crisis económica y política en Cuba y Haití ha impulsado un aumento en los intentos de travesía hacia Estados Unidos, muchos de los cuales resultan en naufragios y pérdidas humanas.
«Trabajaremos en estrecha coordinación con el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Defensa para detectar, disuadir e interceptar cualquier actividad ilegal antes de que alcance nuestras costas», agregó el almirante Lunday. Las autoridades han subrayado que quienes intenten ingresar ilegalmente a territorio estadounidense por vía marítima serán devueltos a sus países de origen.
El despliegue de la Guardia Costera forma parte de un enfoque integral para abordar la migración irregular y reforzar la seguridad nacional. La Administración ha señalado que esta estrategia no solo responde a preocupaciones migratorias, sino que también busca combatir redes criminales que se aprovechan de la desesperación de los migrantes. Mientras tanto, organizaciones de derechos humanos han expresado inquietudes sobre el impacto de estas políticas en quienes huyen de crisis humanitarias en sus países de origen.