Washington / Siria — Las fuerzas armadas de Estados Unidos iniciaron este viernes ataques a gran escala contra objetivos del grupo ISIS en Siria, en respuesta directa al ataque perpetrado la semana pasada contra tropas estadounidenses y fuerzas aliadas, en el que murieron tres ciudadanos estadounidenses y otros resultaron heridos, según confirmaron autoridades del Pentágono.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, informó que la ofensiva —denominada Operación Hawkeye Strike— tiene como objetivo combatientes, infraestructura y depósitos de armas del grupo extremista. De acuerdo con el anuncio oficial, la acción militar responde al ataque ocurrido el 13 de diciembre en Palmira, durante una operación antiterrorista conjunta.
Hasta el momento, no se han divulgado cifras oficiales sobre el número total de bajas, aunque el Departamento de Defensa señaló que hubo “numerosas” pérdidas en las filas del grupo armado. Las autoridades estadounidenses indicaron que la evaluación de daños continúa y que se ofrecerá información adicional conforme avance la operación.
El presidente Donald Trump había advertido días atrás que Estados Unidos respondería de manera contundente tras la emboscada que dejó como saldo la muerte de dos soldados del Ejército y un intérprete civil estadounidense. La Casa Blanca reiteró este viernes que la operación cumple con ese compromiso y se enmarca en la estrategia de contención y debilitamiento de ISIS en la región.
Según el Pentágono, el ataque del 13 de diciembre se produjo mientras personal estadounidense sostenía reuniones con líderes locales en apoyo a operaciones antiterroristas. Además de los fallecidos, otros tres miembros del personal estadounidense resultaron heridos, lo que elevó la presión política y militar para una respuesta inmediata.
La ofensiva se produce en un contexto de inestabilidad persistente en Siria, donde células de ISIS continúan operando pese a los golpes sufridos en años recientes. Analistas advierten que, aunque la organización ya no controla grandes territorios, mantiene capacidad operativa para ataques selectivos, lo que obliga a mantener una presencia militar activa y operaciones periódicas.
El inicio de esta operación refuerza la postura de Washington de no tolerar ataques contra sus fuerzas y de sostener una política de represalia directa ante amenazas extremistas. No obstante, el desarrollo de los acontecimientos y el impacto real de los bombardeos sobre la estructura de ISIS seguirán siendo objeto de seguimiento en los próximos días.
#EstadosUnidos #Siria #ISIS #OperaciónMilitar #Pentágono #SeguridadInternacional #ConflictoEnOrienteMedio
