Ante el aumento de tensiones bélicas en Oriente Medio, el Gobierno de Estados Unidos ha anunciado este miércoles la activación de un plan de evacuación por aire y por mar para sus ciudadanos en Israel, y ha dispuesto el cierre temporal de su embajada en Jerusalén hasta el viernes, según informó el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, a través de un comunicado oficial.
«¡Aviso urgente! Ciudadanos estadounidenses que desean salir de Israel: la Embajada de EE.UU. está coordinando vuelos de evacuación y salidas marítimas», declaró el diplomático. Como parte del protocolo, se ha instado a los ciudadanos a registrarse en el Programa de Inscripción de Viajeros Inteligentes (STEP), que permite al Departamento de Estado establecer un contacto directo y eficiente con los ciudadanos en zonas de conflicto.
La decisión se produce en un momento de máxima alerta en la región, tras el incremento de ataques aéreos entre Israel e Irán, lo que ha llevado a Washington a elevar al nivel más alto su advertencia de viaje tanto a Israel como a los territorios palestinos. El Departamento de Estado ha citado el riesgo de conflicto armado, terrorismo y disturbios civiles como motivos para la alerta, y ha instado a todos los ciudadanos estadounidenses a evitar viajes a la zona.
En paralelo, la administración del presidente Donald Trump también ha emitido un mensaje urgente para los ciudadanos estadounidenses que se encuentren en Irán, un país con el que EE.UU. no mantiene relaciones diplomáticas, recomendándoles que abandonen inmediatamente el país o se preparen para permanecer en refugios durante períodos prolongados.
El presidente Trump, que el lunes abandonó de forma abrupta la cumbre del G7 en Canadá para evaluar la evolución de la situación en Oriente Medio, no ha descartado una participación militar directa de Estados Unidos en apoyo a Israel. “Podría hacerlo o podría no hacerlo”, declaró de manera ambigua este miércoles, dejando abierta la posibilidad de que Washington se sume a los ataques contra Irán.
Mientras tanto, las explosiones continúan en Tel Aviv y otras áreas israelíes, en medio de una oleada de bombardeos cruzados que amenazan con desatar una guerra regional a gran escala. La retórica belicista del líder supremo iraní, Ali Jamenei, quien ha llamado abiertamente a una “guerra total” para destruir el “régimen sionista”, ha incrementado la preocupación internacional.
Con la embajada cerrada, las advertencias de evacuación activas y un posible involucramiento militar en el horizonte, Estados Unidos entra en una fase de emergencia diplomática y estratégica en una región que vuelve a colocarse al borde del abismo.
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