El boxeador cubano Erislandy Álvarez volvió a demostrar su talento al derrotar al kazajo Adilet Kurmetov durante la Noche de Campeones de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), celebrada en La Habana. Con una actuación contundente, el campeón olímpico reafirmó su lugar como una de las figuras emergentes más destacadas del boxeo mundial.
Dominio desde los primeros asaltos
Álvarez, conocido por su precisión y fortaleza, tomó control del combate desde el inicio. En el segundo asalto, impactó con golpes directos al torso de Kurmetov, dejando aturdido al boxeador kazajo. Sin embargo, fue en el tercer asalto cuando un derechazo al cuerpo provocó la caída de Kurmetov, marcando el momento más decisivo del enfrentamiento.
A pesar de sus esfuerzos por cerrar el combate con un nocaut, Kurmetov mostró una notable resistencia, obligando a Álvarez a mantener un ritmo alto durante todos los asaltos. En el sexto asalto, el cubano intensificó su ofensiva, acorralando a su oponente contra las cuerdas con una serie de golpes que, aunque no definieron el combate, consolidaron su superioridad.
Una victoria indiscutible
Aunque no logró noquear a su rival, el dominio de Álvarez fue evidente. Los jueces declararon al cubano como el claro vencedor del combate, destacando su capacidad para controlar el ritmo de la pelea y su efectividad en los ataques.
Con esta victoria, Erislandy Álvarez suma otro importante logro a su carrera y refuerza su posición como uno de los principales exponentes del boxeo cubano a nivel internacional. Su actuación en la Noche de Campeones de la IBA no solo emocionó al público en La Habana, sino que también consolidó su reputación como un atleta en ascenso en el mundo del boxeo.