Camión con tráiler refrigerado de alimentos

Empresa mexicana gestionará nueva tienda de productos cárnicos en La Habana en medio de la crisis alimentaria

La empresa mexicana Richmeat y Tiendas Caribe han firmado un acuerdo para gestionar y comercializar productos cárnicos en La Favorita, un nuevo complejo comercial que abrirá en La Habana. Aunque no se ha precisado una fecha exacta, el proyecto iniciará con un establecimiento en la capital y planea expandirse a tres locales en su primera fase, con la posibilidad de extenderse a otras provincias en el futuro.

Este acuerdo refleja la creciente presencia de inversión extranjera en el sector de la alimentación en Cuba, mientras la población enfrenta dificultades para acceder a productos básicos. La estrategia parece enfocada en aumentar la oferta en el mercado minorista y mayorista, pero deja abiertas interrogantes sobre el acceso de la mayoría de los cubanos a estos productos en un contexto de inflación y pérdida del poder adquisitivo.

Expansión de Richmeat en Cuba y el papel de la inversión extranjera

Richmeat ha mantenido una relación comercial con Tiendas Caribe durante más de ocho años, especialmente en la distribución de picadillo y salchichas de la marca La Favorita. En 2020, se convirtió en una de las primeras empresas extranjeras en operar en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel (ZEDM), donde estableció una planta procesadora con capacidad para 400 toneladas mensuales.

A finales de 2022, Luis Alberto González Hernández, presidente de Richmeat, anunció la construcción de una segunda planta en la ZEDM, con previsión de inicio de operaciones en 2027. Se espera que esta instalación produzca 7.000 toneladas de salchichas al mes, con tecnología avanzada y la generación de alrededor de 400 nuevos empleos.

Sin embargo, el impacto real de estas inversiones en el acceso de la población a los alimentos sigue siendo incierto. Mientras la producción aumenta, muchos productos terminan en mercados dolarizados o en tiendas a las que solo una parte de la población puede acceder debido a la diferencia entre los ingresos en moneda nacional y los precios de venta.

Tiendas Caribe y la alianza con VIMA

Richmeat no es la única empresa extranjera que expande su presencia en Cuba. Tiendas Caribe también ha firmado un acuerdo con el Grupo español VIMA para gestionar 20 unidades comerciales en la Isla. Este convenio, anunciado en la Feria Internacional de Alimentos de 2024, inició con la apertura de dos mercados en Paseo e Infanta y Santa Martha.

Estas iniciativas buscan fortalecer la oferta de productos en un contexto de desabastecimiento, pero el acceso sigue estando marcado por la capacidad de pago de los consumidores y la disponibilidad de divisas.

Escasez de alimentos y la creciente dependencia de importaciones

Desde 2020, Cuba enfrenta una crisis alimentaria marcada por una combinación de factores, como la pandemia, sanciones económicas y dificultades en la producción local. La escasez de productos básicos y la inflación han impactado fuertemente el costo de vida de los cubanos.

En 2024, la Feria Internacional de Alimentos en La Habana tuvo como objetivo atraer inversión extranjera en un contexto de creciente dolarización y crisis económica. Según Naciones UnidasCuba importa cerca del 80 % de los alimentos que consume, lo que ha llevado al Gobierno a destinar más de 2.000 millones de dólares anuales para la compra de productos básicos que se distribuyen mediante la libreta de abastecimiento.

La pérdida de valor del peso cubano y el alza de los precios han generado una brecha cada vez mayor entre quienes pueden acceder a los mercados en divisas y quienes dependen de los sistemas de racionamiento. En 2023, el presidente Miguel Díaz-Canel reconoció que muchas familias cubanas gastan más del 70 % de sus ingresos en la compra de alimentos.

Una solución parcial en un problema estructural

El crecimiento de empresas extranjeras en el sector alimentario en Cuba parece responder a la necesidad de garantizar una oferta estable de productos, pero también evidencia la falta de autosuficiencia en la producción local. Mientras las inversiones siguen concentrándose en la importación y distribución de alimentos procesados, el problema de fondo, que es la capacidad de producción interna, sigue sin resolverse.

La llegada de más tiendas y la expansión de empresas como Richmeat y VIMA podrían mejorar la disponibilidad de ciertos productos, pero el reto sigue siendo garantizar que sean accesibles para la mayoría de los cubanos. En un país donde los ingresos en moneda nacional no han crecido al ritmo de la inflación, la pregunta sigue siendo la misma: ¿quiénes realmente podrán comprar estos productos?

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