La expresidenta denuncia una «proscripción judicial» y acusa a los jueces de servir al poder económico; Milei celebra el fallo como un triunfo de la justicia
El Tribunal Supremo de Argentina ha confirmado este martes la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos contra la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el marco de la llamada causa Vialidad, por delitos de corrupción relacionados con la adjudicación de obras públicas durante sus dos mandatos (2007-2015).
Con esta decisión, que fue adoptada por unanimidad por los magistrados Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, se cierra la última instancia judicial a la que Fernández podía apelar. El fallo deja firme la sentencia dictada por tribunales inferiores, que la responsabilizan de haber favorecido al empresario Lázaro Báez, considerado su presunto testaferro, en la concesión de obras viales en la provincia de Santa Cruz.
Según el pronunciamiento del alto tribunal, “el proceso ha sido salvaguardado” y la sentencia se encuentra “fundada en la ley”, sin que se haya demostrado la vulneración de derechos constitucionales durante el proceso. El fallo coincide con un momento de gran tensión política en Argentina, donde Cristina Fernández, actual líder del Partido Justicialista (PJ), es una figura central de la oposición al gobierno del presidente Javier Milei.
Tras conocerse el veredicto, la expresidenta se dirigió a simpatizantes reunidos en la sede del PJ, donde denunció lo que calificó como un «cepo al voto popular». En un discurso encendido, acusó a los jueces de actuar como “monigotes” del poder económico, y aseguró que la sentencia «ya estaba escrita». “No somos mafiosos. Estar presa es un certificado de dignidad”, sostuvo, al tiempo que reafirmó su compromiso de seguir presente en la escena política: “Voy a poner la cara y el cuerpo”.
Cristina Fernández, de 72 años, no ingresará de inmediato a prisión debido a que puede solicitar arresto domiciliario en virtud de su edad. La decisión judicial, no obstante, la excluye de cualquier candidatura electoral, incluyendo las elecciones legislativas previstas para septiembre.
Desde el extranjero, el presidente Javier Milei celebró la decisión como un acto de justicia. En un mensaje publicado en la red social X, declaró: “La república funciona”, y aprovechó para criticar a medios de comunicación y periodistas que, según él, fueron “cómplices de operetas sobre un supuesto pacto de impunidad”.
La causa Vialidad se ha convertido en uno de los procesos judiciales más emblemáticos de la última década en Argentina, y su desenlace marca un punto de inflexión en la relación entre el poder judicial y las figuras históricas del kirchnerismo. El fallo probablemente reconfigurará el escenario político de cara a las próximas elecciones, dejando en el aire la posibilidad de que Fernández regrese formalmente al poder.
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