El primer ministro de Países Bajos, Dick Schoof, ha expresado su firme condena a lo que ha descrito como una «caza del judío», refiriéndose a los ataques dirigidos contra aficionados del equipo de fútbol Maccabi Tel Aviv tras su encuentro con el Ajax de Ámsterdam el pasado jueves. Según reporta Europa Press, el mandatario holandés manifestó su indignación por estos actos, subrayando que «se cazó a los judíos» y mostrando su vergüenza de que algo así ocurra en el país.
Durante una rueda de prensa, Schoof defendió las medidas adoptadas por su gobierno, aunque él mismo se encontraba en Hungría el viernes en reuniones con otros líderes europeos para abordar el antisemitismo. «Estaba en contacto con todo el mundo en la mañana del viernes. Consideré que era mejor emplear mis energías en hablar con mis colegas europeos sobre antisemitismo», señaló. Al ser cuestionado sobre la posibilidad de haber regresado de Hungría, reiteró que «hizo todo lo que debía hacer».
El primer ministro reconoció que Países Bajos ha fallado en su deber de proteger a la comunidad judía, destacando la implicación de jóvenes inmigrantes en los disturbios como un reflejo de problemas de integración en la sociedad. «Es una degeneración moral absoluta», afirmó al respecto.
Disturbios y reacciones
Los incidentes han generado una respuesta contundente de las autoridades israelíes, quienes calificaron los actos de «pogromo» debido a la persecución sufrida por judíos e israelíes en Ámsterdam. Las autoridades holandesas, en respuesta a la violencia, decretaron el estado de emergencia en la ciudad, restringiendo manifestaciones para evitar nuevos altercados. A pesar de estas medidas, el domingo medio centenar de personas fueron detenidas durante una protesta propalestina que denunciaba la violencia de los seguidores israelíes.
Ante las acusaciones de vandalismo por parte de los aficionados israelíes, como el retiro de banderas palestinas y cánticos racistas, Schoof rechazó cualquier intento de comparación entre ambos actos. «Gritar y arrancar una bandera de una fachada es muy distinto a cazar judíos. Son dos cosas diferentes», aclaró. Finalizó su declaración subrayando que «no hay nada que justifique la violencia antisemita» y reafirmando su compromiso para erradicar estos actos en Países Bajos.