El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, anunció este martes el levantamiento de la ley marcial tras la decisión de la Asamblea Nacional de rechazar esta controvertida medida, previamente decretada con el objetivo de «erradicar a las fuerzas afines a Corea del Norte».
«He aceptado la decisión tomada por la Asamblea Nacional de disolver y levantar la ley marcial», declaró Yoon en un discurso televisado desde la residencia presidencial en Yongsan, Seúl. Asimismo, confirmó que las tropas desplegadas bajo esta orden han sido retiradas.
Una medida polémica bajo presión legislativa
La ley marcial, activada por el presidente, buscaba enfrentar lo que denominó «fuerzas antiestatales» que amenazaban con «paralizar las funciones esenciales del Estado» y «colapsar el orden constitucional». Sin embargo, la Asamblea Nacional, en una tensa sesión extraordinaria marcada por el caos dentro y fuera del recinto legislativo, votó en contra de la medida, obligando al mandatario a revertir su decisión.
Según la Constitución surcoreana, el presidente puede decretar la ley marcial por razones de seguridad nacional, pero esta debe ser notificada al Parlamento, que tiene la facultad de revocarla por mayoría, como establece el artículo 77 de la Carta Magna.
Acusaciones y tensiones políticas
El decreto de la ley marcial se produjo en medio de una escalada de tensiones entre el Ejecutivo y la oposición. En un discurso previo, Yoon acusó a los partidos opositores de simpatizar con el régimen de Corea del Norte, especialmente tras la aprobación en el Parlamento de medidas presupuestarias que iban en contra de sus propuestas y la presentación de mociones de destitución contra altos cargos de su administración.
A pesar de aceptar la decisión de la Asamblea, Yoon utilizó su declaración pública para criticar las acciones de la oposición, a las que acusó de «paralizar la función del Estado» a través de «manipulación legislativa y presupuestaria». Además, instó a detener cualquier acción que, según él, socave la estabilidad del país.
Una decisión con implicaciones nacionales
El levantamiento de la ley marcial pone fin a un episodio que ha intensificado el debate sobre los límites del poder presidencial en Corea del Sur y la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. La medida, aunque justificada por Yoon como una defensa del orden constitucional, generó preocupación tanto a nivel interno como internacional debido a su potencial para restringir libertades civiles y consolidar el poder militar.
Con la decisión del presidente de revertir la ley marcial, la atención se centra ahora en el impacto político de este conflicto, en el contexto de un país que sigue enfrentando tensiones internas y desafíos en sus relaciones con el vecino del norte.