En el corazón del barrio capitalino de Nuevo Vedado ha salido a la venta una de las propiedades residenciales más emblemáticas del patrimonio cultural reciente de Cuba: el penthouse donde vivió durante años Rosita Fornés, la célebre vedette cuya figura marcó la historia del espectáculo cubano e iberoamericano durante más de siete décadas.
Situado en la intersección de la Avenida del Zoológico y la calle 26, en el municipio Plaza de la Revolución, el inmueble no solo destaca por su elegancia arquitectónica y su excelente estado de conservación, sino también por su incalculable valor simbólico. Construido en 1956, en plena efervescencia de la arquitectura republicana, el apartamento ocupa 316,6 metros cuadrados en el quinto nivel de un sólido edificio de época. Fue allí donde la diva compartió vida con su esposo, el actor y cantante Armando Bianchi, y donde recibió a amigos, artistas y figuras de la cultura cubana e internacional.
Según reportes confirmados por fuentes inmobiliarias, la propiedad se encuentra disponible para la venta inmediata, con documentación actualizada y sin restricciones legales, aunque el precio no ha sido publicado de manera oficial. El anuncio ha despertado un notable interés tanto dentro como fuera del país, en particular entre coleccionistas, inversionistas y admiradores del legado artístico de Fornés.
La residencia refleja aún la impronta de su antigua dueña. Distribuida en espacios generosos y funcionales, la propiedad incluye recibidor, sala, comedor, cocina con isla central, terraza techada con vistas privilegiadas del Vedado, sala de estar, hall de servicio, cuatro dormitorios climatizados con clósets empotrados, tres baños azulejados, un patio, y una habitación adicional con baño y acceso independiente. A todo ello se suman atributos técnicos como pisos de granito, marquetería de aluminio con cristales, techos de hormigón armado, cisterna, motor hidráulico, calentador solar y conexión eléctrica dual (110/220V).
Pero más allá de sus comodidades, el penthouse resalta por su peso histórico. No solo fue el hogar de una de las figuras más icónicas del arte escénico cubano, sino que también albergó momentos íntimos del desarrollo artístico de toda una generación. En el mismo edificio residió el pianista y cantante Ignacio Villa, conocido mundialmente como «Bola de Nieve», lo que añade aún más relevancia cultural al entorno.
Rosita Fornés, fallecida en 2020, dejó un legado inmenso en el teatro, el cine, la televisión y la música, convirtiéndose en sinónimo de elegancia y profesionalismo. Su antigua vivienda se convierte ahora en una oportunidad única para adquirir una pieza de historia viva, una de las pocas propiedades en la capital que combinan tan profundamente el valor patrimonial con la funcionalidad moderna.
Aunque aún se desconoce quién podría ser el nuevo propietario, lo cierto es que la venta de esta residencia reabre el debate sobre la preservación del patrimonio arquitectónico vinculado a grandes personalidades de la cultura nacional, en un momento en que el mercado inmobiliario cubano comienza a captar crecientemente la atención de compradores foráneos.
El futuro de este emblemático penthouse, como el legado de su ilustre ocupante, sigue generando expectativas en el panorama cultural y urbano de la capital cubana.
Nota: Con información de Facebook y CubitaNow